- Dime ¿En dónde estamos? – pregunte mirándolo a los ojos.
- Todavía no hemos llegado – comentó jugando con mis dedos entre los suyos.
- Ah y ¿Por qué nos detuvimos? – pregunte sin entender nada, el sueño me tenía cansada todavía.
- Bueno hace dos horas que estoy manejando, con una chica linda al lado mío que lo único que hace es dormir y bueno pensé que podría frenar un ratito para deleitarme con tanta belleza – sonreí por todo lo que dijo y me estiré a besarlo no me importaba el lugar en el que nos encontrábamos en tanto yo estuviera con él.
- ¿Y no me dirás a dónde iremos? – pregunte intentando conseguir una respuesta de su parte pero sabía que no iba a conseguir ninguna.
- No, solo nos queda hora y media para llegar – dijo corriendo un mechón de mi pelo de mi cara.
- Pues entonces cuando quieras podemos seguir – me acomodé a su lado para dejarlo manejar tranquilo – prometo no dormirme en lo que falta.
- Ey, no te alejes – se quejó, a lo que yo me volví a poner junto a él de manera en la que no me quedara dormida.
- ¿Qué escusa haz usado con Macy? – pregunte curiosa por saber que le había inventado para entrar y salir con mis maletas de la casa.
- Le dije que eran cosas mías que tu no querías ver más – respondió dejándome con la duda.
Pensando caí en lo que había armado. Si mis padres interrogaban a Macy ella iba a decir que yo no estaba con Jake porque pensaría que nos habíamos peleado, ya que él se había llevado solo sus cosas.
Y si ellos miraban en mi armario verían la poca ropa que yo había dejado, que para mí era poco pero ellos la podían ver como normal, ya que no eran los que me la compraban.
Todo estaría cubierto, ellos no sospecharían que me había marchado con Jake. Sonreí, triunfante por eso.
- ¿Lo había planeado todo? – pregunte mirando al frente, ahora estábamos entrado en un pequeño pueblo donde parecía no vivir nadie.
- Bueno, no todo, pero se me fue ocurriendo al mismo tiempo que pasaba – me explicó.
- Eres un genio – me estiré para besarlo en la mejilla.
- Harás que choquemos – bromeó sin quitar la vista del frente.
- No me importa mientras siga contigo – comenté.
- Creo que tienes una obsesión hacía mi comentó serio de repente, no era una broma lo que decía.
- Lo sé – respondí avergonzada, temiendo que eso le molestara realmente - ¿Te molesta? – pregunte atemorizada por lo que respondería.
- No – contestó como si eso era obvio, me alivié por eso, pero sentí que a ese no, le faltaba un pero – pero creo que no merezco tanta obsesión de tu parte.
- ¿Qué no la mereces? – Pregunte abriendo los ojos como plato – sabes que te amo ¿verdad? – confesé sin nada de pudor, él ya sabía lo que yo sentía.
- Si, lo sé pero…
- Pero nada, eres la única persona en mi vida que no intenta cambiarme, que me quiere como soy, por eso te quiero y por mucho más, tú me das el cariño, que necesito.
- Me alegra que me quieras tanto – se giró hacía mí y me abrazo dándome un beso en los labios a lo que me separé rápido porque él estaba manejando.
- ¡Jake! ¡El volante! – le grité mirando al frente.
- Sí que estas distraída este día – comenté riéndose de mí, giré mi vista, ya estábamos estacionados.
- Lo siento, esto me tiene confundida – me acerqué y me recosté sobre su pecho – ahora ¿Me dirás en dónde estamos? – pregunte haciendo ojitos como una niña dulce y tierna.
- Eso no funcionará conmigo – dijo negando levemente – de todos modos iba a contarte – lo miré esperando que dijera algo – mira – señalo el lugar – será nuestra casa – busqué con la mirada, era una especie de campo con una casa pequeña pero hermosa en el medio, no era como la que yo había dejado atrás era mucho mejor. Estaba situada entre mucho verde a casa lado que mirabas podías ver un paisaje lleno de árboles, era precioso, como yo no decía nada él continuó – le he contado todo a mi madre y ella accedió a darme el auto antes y la casa, me pidió que le prometiera algo a cambio, que me mantenga en contacto con ella y que sigamos estudiando, todo eso y no diría nada sobre nosotros y nos dejaría vivir juntos.
Etiquetas: Buscando cariño, Capítulo XVI, novela
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