0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el viernes, 27 de febrero de 2015
Buscando Cariño // Capítulo XIII - Un beso

Otro día de colegio, otro día junto a la mirada acusadora de Max. Bueno, él no me acusaba de nada pero yo sabía algo sobre él entonces eso hacía que yo me sintiera acusada por él.

Quería correr y contarle a alguien lo que sabía, pero no podía, el secreto no me correspondía, por lo que debía según en el silencio, a la espera de algo pase y todo cambie para bien. Pero sabía que eso no pasaría.

Me desperté con miedo, desde que Jade nos había contado lo que paso en la fiesta yo tenía miedo de mi compañero de clase, eso antes no había pasado pero ahora sí.

¿Debía contarle al profesor lo que pasaba? No lo sabía, solo Jade podía solucionarlo.

Salí de mi casa con el uniforme, esperaba que Jake apareciera caminando para ir con él, pero me había avisado que estaba retrasado, que prefería que yo llegara a tiempo...

Cuando estaba por llegar a la esquina a paso lento ya que no tenía ánimos de ir a clases. Él doblo la esquina. Max. Apareció al frente mío. No sé qué cara fue la que puse, pero al parecer no era buena porque la suya me mostró como estaba yo, al parecer me había puesto blanca, como si hubiera visto a un fantasma, porque él se rio relajado.

- Isabelle – saludó él despreocupado.
- Hola Max – saludé sintiendo la tensión de mi voz en ese momento.

Sabía que no podía salir corriendo, además de que él me atraparía enseguida. Se suponía que yo no sabía nada sobre la fiesta.

- ¿Cómo andas? – Pregunto dando unos pasos hasta mí, al parecer yo me había quedado dura en mi lugar – ibas al colegio ¿no? Bueno vamos juntos, a Jake no le molestará – me quiño un ojo. Lo miré confundida pero él no notó eso y comenzó a caminar – vamos camina que llegaremos tarde.

Cuando me di cuenta de eso me apresuré a caminar rápido para llegar cuanto antes al colegio. Quería que Jake estuviera conmigo en ese momento.

- ¿Te pasa algo? – Pregunto Max a mi lado – pareces algo pálida.
- Estoy bien, es que me duele un poco la cabeza – mentí esperando que sonara convincente.
- Ah, capaz debiste quedarte en tu casa – sugirió el amablemente, parecía no darse cuenta de que le tenía miedo – no te iras a desmayar ¿verdad? – pregunto acercándose más a mí, cada vez tenía más miedo pero que podía sentir cuando el chico que estaba a mi lado había violado a una de mis amigas, ¿Es que debía sentir otra cosa?
- Estoy bien – comenté alejándome de él.
- ¿Qué pasa? ¿Me tienes miedo? – pregunto él alzando una ceja, ya me tenía tomada del brazo con algo de fuerza. Mi vista se posó en su mano por un segundo y después en su rostro, supliqué con la mirada que me soltara.
- ¡Déjame! – pedí medio gritando, ya no me importaba si él se enteraba de que yo sabía algo o no, ay que al parecer él ya sabía todo o más de lo que yo sabía.
- No grites – me advirtió mirando su mano – sé que ustedes saben todo y tengo una manera de hacerte callar a ti y a los demás – se acercó más hacía donde yo estaba y bajo su rostro a la altura del mío.
- ¡No! – levanté mis manos para cubrirme el rostro, pero él me las apartó y luego me beso a la fuerza, sosteniéndome para que no pudiera zafarme de él.

Luego de unos segundos fue él el que se separó de mí, para respirar o algo. Lo miré con lágrimas en los ojos. Me intenté alejar pero él todavía me apretaba los brazos contra él. ¿Debía gritar? Pero quién me escucharía si la calle estaba vacía. Correr, tampoco funcionaría, aunque mi casa estaba a tan solo dos cuadres. Al pensar eso una idea se me ocurrió.

¡Pum! Mi rodilla había ido directo a sus partes íntimas, algo que no se esperaba en lo absoluto. Soltó mis brazos automáticamente y salí corriendo con las lágrimas quedando atrás por el viento que las hacía volar.

No lo sentía correr atrás mío pero ahora eso era lo que menos me importaba, tampoco iba a voltear. De una saqué las llaves de mi bolsillo y al llegar abrí la puerta y entré. La cerré fuerte, derrumbándome contra ella.

La cocina, donde se suponía trabajaba Macy no estaba muy lejos, porque unos segundos después del portazo ella entro en la habitación con el palo de amasar y no precisamente porque lo estuviera usando.

- ¡Señorita Belle! – gritó preocupada al verme dejando caer el bastón, corrió a donde yo estaba y me ayudó a pararme para ir al living. Me desplomé al instante en uno y la miré.
- Pro favor llama a Jake – le supliqué con la mirada, él era la única persona con la que quería estar en ese momento.

Las manos, a decir verdad, todo el cuerpo me temblaba, me acosté de costado sobre el sofá y me ovillé asustada, todavía llorando. Podía sentir sus brazos en mí y eso me ponía peor.

Cómo se había enterado él de donde estaba yo, bueno donde vivía ya que pocos lo sabían, no me gustaba hacer ostentación de lo que tenía. ¿Lo tenía planeado? Había pensado él en lo que hubiera pasado de hacer estado Jake ahí. Me alegraba de haber estado sola esa mañana.

Max está realmente loco, si yo no me defendía no sabía dónde estaría en ese momento. De seguro en ningún sillón cómodo. Alguien entró en el living y me asusté por el ruido.

- Lo siento se disculpó Macy – mirando en mi dirección sintiéndose muy apenada - Su novio Jake llegara enseguida, tome un poco de agua – me dejo un vaso junto al sillón en una mesa. Yo estaba algo consternada como para sentarme a tomar agua. Espere allí a que Jake viniera.

Al cabo de unos minutos el timbre sonó y vi a Macy correr a la puerta. Yo seguí tira en el sillón con los ojos cerrados y las lágrimas que mojaban el almohadón, abrazaba tan fuerte mis piernas que por la fuerza que hacía podía llegar a las timarme, pero no lo hice porque Jake no me dejó.

- Isabelle – gritó Jake y corrió a mi lado, tomó una de mis manos y con lo que le quedaba libre me acarició la frente - ¿Qué sucedió? – pregunto cuando abrí los ojos.

Rápidamente me solté de sus manos y me tiré a abrazarlo, sollocé más fuerte desahogándome por todo.

- Max.
- ¿Cómo que Max? – parecía confundido.
- Si él me beso y no sé qué me hubiera hecho si no me defendía – dije sollozando.
- Es un desgraciado, lo encontraré y lo mataré.

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Buscando Cariño // Capítulo XII - Mis padres

- Vamos, hoy llegan mis padres, me mataran si no estoy en casa – dije tirando de su mano para caminar más rápido por las calles de la ciudad.
- ¿Desde cuándo te importa lo que ellos te digan? – pregunto Jake desde mi lado.
- Desde que el director llamó, no quiero darles excusas – dije cuando llegamos a casa, las luces estaba prendidas por lo que tire de su mano para por la parte trasera de esta.

Caminamos casi corriendo donde la puerta de servicio por la que siempre entraba Macy, la mujer que nos aseaba la casa, a veces pensaba que tenía suerte en que alguien limpiara esa gran casa si no mi madre me lo haría liar a mí, y eso no lo haría no por asomo. Pero me daba pena que tuviera que hacerlo sola, como tardaría en tan poco tiempo.

Toqué la puerta un par de veces intentando no hacer ruido por las dudas de que mis padres escucharan, aunque eso no suponía problema ya que de seguro ellos estaban en la otra punta de la mansión.

- ¿Señorita? – pregunto Macy cuando me abrió la puerta dejando que la luz que salía de la blanca habitación nos diera en el rostro.
- ¿Y mis padres? – pregunte mirando esperanzada de que no estuvieran cerca.
- En el jacuzzi de la otra ala de la casa – dijo la mujer abriendo más la puerta para dejarnos pasar.

A pesar de solo ser la mujer que limpiaba la casa yo me sentía agradecida con ella, ya que en muchas ocasiones me había cubierto con excusas para que mis padres no me descubrieran, al fin y al cabo yo la trataba mejor que ellos.

Cruzamos corriendo la puerta y nos dirigimos a la primera escalera que encontramos, en la casa habían como mínimo cinco escaleras, parecían como un laberinto, a veces cuando estaba sola con Jake era divertido jugar con él, parecíamos niño de jardín de infantes pero cuando el ya no estaba en la casa era aburrido. Pero ahora eran útiles para poder escapar de mis padres y poder entrar con mi novio, ir directo a mi habitación sin que ellos sepan que había estado afuera.

- ¡Macy! – grité antes de que termináramos de subir las escaleras.
- ¿Si? – pregunto la mujer apareciendo en la esquina de la escalera.
- ¿Ellos me han buscado? – pregunte y si me respondí que si estaba muerta porque no había manera de decirles que si estaba en mi habitación al tiempo de su llegada.
- No – respondió. Le sonreí y ella siguió con su trabajo.
- Ven tenemos tiempo de sobra para nosotros – dije sonriendo a mi novio y lo arrastre a mi habitación la cual no quedaba muy lejos. Entramos y cerré la puerta.

Me acerqué lenta, sonriendo pícara. Pasé mis brazos por sus hombros y lo abracé. Llevé mis labios junto a los suyos y lo besé, no me importaba que mis padres estuvieran a un piso de distancia, ellos estaba en lo suyo y yo acá en mi habitación haría lo mío, eso no tendría por qué molestarles.

Sentí las manos de Jake en mi cintura, caminamos lento aún con nuestros labios pegados hasta la cama. Se giró antes de caer el primero, entonces cayó sobre mí, sentí el suave colchón a mis espaldas.

- Creo que deberías irte – alce la vista para verlo a los ojos. Mis manos jugaban dibujando círculos en su pecho desnudo. Después de mirarlo durante un rato llevé mi vista al reloj de mi mesita de noche, eran las diez y media pasadas, y seguro mis padres aunque no lo quisieran pasarían por mi habitación para registrarla antes de irse a dormir.
- No quiero – se quejó y tomo mi cara entre sus manos para estirarse y besarme en los labios intensamente.
- Jake…
- Shhh… - me calló sin dejar de besarme. Me acomodé sobre él bajo las sabanas y tampoco me separe de sus labios, aunque sabía que pronto tocarían la puerta, sentí unos pasos y asustada me separe rápido de él.
- Ahí vienen, toma tu ropa – dije después de saltar de la cama para correr a la puerta y abrirla para ver por el pasillo, no había nadie, no pasarían ni dos minutos antes de que mis padres doblaran la esquina.
- ¿Están? – pregunto Jake ya a mi lado con toda su ropa en las manos, salvo por los boxers que los tenía ya puestos.
- No, corre y dobla a la derecha – abría la puerta del todo y dejé que se marchara, antes de irse me beso fuerte y desapareció por el pasillo unos segundos antes de que mis padres doblarán la esquina en el fondo del pasillo.

Cerré la puerta rápidamente sin hacer ruido alguno. Apagué las luces y corrí a la cama, antes me puse una remera grande que usaba de pijama. Me metí rápido bajo las sabanas y fingí que estaba dormida.

Mis padres entraron a la habitación unos minutos después. Se ve que nos les importo tanto si yo estaba despierta o no, porque al segundo salieron por la puerta otra vez y no regresaron, ni para tocar mi frente en forma de saludo, como lo hacían algunos padres, tampoco para ver si tenía frío o no sé, solo para verme, pero, no, ellos solo querían corroborar si yo estaba en la casa o si me había escapado.

Aunque dudaba que si yo no estuviera ellos se preocuparían por buscarme. Seguramente hubieran seguido con su vida. Como si nada. Me acosté sobre mi costado con la mano en mi mejilla a la vez que con la otra limpiaba una lágrima que caía lento.

Por un lado deseaba que ya pasaran los años para así poder marcharme De mi casa. Quería irme con Jake, habíamos planeado salir de viaje juntos, habíamos decidido dejar nuestras casas para ir en busca de la ideal, queríamos vivir juntos. Era algo que a teníamos pesando desde hace ya mucho tiempo, algo que de saberlo nuestros padres lo hubiesen prohibido enseguida, no estaba segura de que mis padres supieran que yo salía con Jake. Yo no les había querido contar por miedo a que no les gustara la relación y pensara que sería inadecuada para los medios. Eso a mí me importaba un comino pero en verdad No me gustaría el que dijeran que no y que contrataran guarda espaldas o algo por el estilo. Seguro lo harían.

Me dormí con las lágrimas sobre la almohada, pensando en lo que sería mi vida de haber sido diferente a todo esto.

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Nueva consigna: 21º VESTIDO {Concurso; Animate a escribir}


NUEVA CONSIGNA, es 'VESTIDO' [09.02 al 23.09]

Como hace mucho no publico una consigna explicaré de nuevo de que va el concurso.. es simple, deben escribir una historia que contenga la palabra elegida, solo eso... no hace falta que la historia gire entorno a la palabra puede ser solo una mención, así que liberen sus mentes y dejen que fluyan las ideas! :)

Aquí pueden leer las reglas completas!

El premio lo veremos cuando se elija al ganador, además de que su historia sea publicada aquí!

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Buscando Cariño // Capítulo XI - Como me ves

- Jake, más te vale que te estés tranquilo en su presencia, no queremos que todo el colegio se entere de lo que paso – le dije a mi novio, cuando diez minutos antes de que tocara el timbre del instituto nosotros caminábamos a una cuadra de distancia.
- Esta bien no haré nada – dije rindió él. Yo no iba a dejar que el permitiera que nuestro secreto, fue el tema de los cotilleos diarios que se oyen en un colegio como el nuestro y me parece que como en todos.

Cuando entramos en la clase, no pude evitar mirar a Max y Jade, uno en cada lado del salón, a Max no parecía molestarle nada esta tranquilo como todos los días del año, estaba igual. En cambio Jade parecía nerviosa y aislada de la clase. Ella se sentaba en el último banco de la fila que estaba cerca de la ventana, su mirada estaba más allá de los límites del campus del instituto, miraba mucho más allá de lo que un humano podía llegar, ya que ella miraba sin ver.

Sentía mucha pena por ella, no me gustaba como se sentía, me hacía sentir mal a mí, me apenaba por ella y comenzaba a sentir odio por Max. Como había sido capaz de hacerle eso. Estaba considerando la posibilidad de no escuchar mi propia sugerencia hacia Jake de no armar un lío e ir yo misma por mi cuenta y propinarle una buena golpiza a Max por lo que hizo.

No podía hacer nada. Cunado Jade nos logró contar lo que había sucedido en esa parte nos pidió, con lágrima en los ojos, que por favor no digamos nada, porque ella tenía miedo. Estaba aterrada de lo que podía suceder de ahora en adelante. Y yo también lo estaba, sentía miedo por lo que pasaría si ella cruzaba mirada con Max o algo parecido, o si por alguna casualidad se nos escapaba algo del tema en frente de él. No sabíamos cómo iba a reaccionar él. Siempre lo había considerado un chico bueno, pero de esos que mejor no hacer enojar porque no te gustaría verlo así en ninguna ocasión.

Volví a la realidad de mis pensamientos cuando Jake tiro de mi para que nos fuéramos a sentar en las filas del medio en un banco juntos como en todas las clases que compartíamos. No me había dado cuenta de que mi mirada se había quedado posada sobre él, que ahora me miraba de reojo, como si se hubiese dado cuenta de que yo algo sabía. Intente ocultar eso con una sonrisa en forma de saludo. Como siempre que lo veía. Me respondió indiferente y giro la vista hacía el pizarrón blanco que colgaba en la pared del frente del aula.

La clase paso lenta, demasiado para mi gusto. Cuando toco el timbre, me alegre de que el profesor de historia no nos haya mandado a hacer deberes, porque la verdad era que no me gustaba esa materia y no estaba de ánimos para hacerla. Me levante de mi lugar, guardando todo en mi bolso y miré a Jake, este me observaba a mí, ya que ya había guardado sus cosas cinco minutos antes de que la clase terminara.

- Espérame – le di mi bolso para que me lo sostuviera. Me acerqué hasta Jade que tenía la cabeza sobre la mesa y sus brazos rodeándola, parecía dormida, pero no lo estaba, seguí mirando la ventana sin mirar. Me quedé parada a su lado decidiendo si hablarle o no - ¿Jade? – la llamé esperando contestara o al menos se limitara a decirme que me marche, por ahí tenía la intención de estar sola.

Giró la cabeza lentamente hasta que quedo para mi lado y levanto la vista hacía mí, cuando vio que no era ninguna otra persona me saludó.

- Hola – estaba sin ánimos, me daba mucha pena.
- ¿Cómo estás? – esa era una pregunta realmente estúpida pero la única que se me ocurría.
- Como me ves – respondió girando los ojos. Eché una mirada a la clase. En la puerta encontré a Max con Tom, otro de los chicos de la clase. Este miraba en nuestra dirección como si esperara que algo sucediera. Supuse que ya se había dado cuenta de que yo estaba al tanto de todo, pero fingí actuar como era todos los demás días.
- ¿Quieres venir con nosotros? – le pregunte en un intentando de animarla un poco, no me gustaba verla así.
- No, gracias –se negó a mi invitación y volvió la mirada a la ventana.

Me volví a mi escritorio donde Jake me miraba entendiendo todo, él también sentía pena por Jade, aunque no tenía mucha relación con la chica, ella no era mala y nos caía bien a los cuatro.

- Me siento mal, quiero hacer algo por ella, pero no sé qué, es que cuando lo miro me da miedo ahora – comenté refiriéndome a Max sin mirar para la puerta donde el chico seguía parado puesto que no quería que sospechara de que sabíamos algo sobre lo que él hizo.
- Vamos – dijo levantándose de la mesa y se colgó mi bolso en su hombro para llevármelo – no dejare que les haga daño, algo haremos – me tomó de la mano y beso mi mejilla antes de salir del aula para ir donde la cafetería.

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Última lectura: El hombre equivocado, John Katzenbach [reseña]



Ficha técnica

Título: El hombre equivocado
Autor: John Katzenbach
Editorial: ZETA
Tema: Suspenso
Páginas: 554
Tipo de edición: Tapa blanda sin solapas



Sinopsis:

Ashley Freeman, estudiante de historia del arte en Boston, tiene una relación de una noche con un desconocido llamado Michael O'Connell. Al principio prece tratarse simplemente de un admirador insistente, pero poco a poco O'Connell, un ingenioso hacker, va entrando en la vida no sólo de Ashley sino también de su padre, un serio profesor universitario, y de su madre, una prestigiosa abogada, demostrando ser un psicópata obsesionado por controlar la vida de Ashley. Todo se convierte en una pesadilla. No hay posibilidad de disuadirlo: ni los sobornos ni las amenazas lo detienen. Y cuando el investigador asignado al caso aparece muerto, la familia entera entiende que se enfrenta a algo mucho más serio de lo que han imaginado...

Crítica:

Ya he pasado por varios libros de Katzenbach, y pues he comenzado a creer que hay veces en que, tras leer varios libros del mismo autor hay detalles que suelen parecerse, o historias que uno ya ha leído, cada vez que leo más libros suelo encontrar este parecido en diferentes autores, no obstante no me sucedió con este libro, El hombre equivocado, me pareció una historia con una trama, no muy original puede decirse, pero al final original de verdad.

Al principio pensaba que era un poco exagerada y apurada, pero no lo fue, la manera en que los hechos se desataban era perfecta sin ningún salto. Un poco mezclada, por la aparición de un personaje fantasma, se podría llamarlo así?, Una persona conocedora de toda la historia, quien da una perspectiva extra a la historia, que explica lo que esta sucediendo con los personajes y que agrega un poco más de suspenso, a este thiller. En el comienzo era confuso reconocer a los personajes, descubrir quien podía ser esta persona, cual era su parte de la historia...

Los últimos capítulos de la historia me resultaron un poco exaltados, cada uno buscaba la manera de concluir con tanto suspenso en sus vidas, encontrar la manera de seguir adelante con sus vidas sin que el pasado los acompañe, buscaban la manera de liberarse de su acosador, de una forma inesperada, ser acosadores, en este punto de la historia esperaba conocer un poco más del punto de vista de Michael, saber que pensaba, descubir que estaba pasando, hubiera querido que el autor se divierta más contando su parte de la historia con un poco más de detalles, me pareció que el final llego demasiado rápido y de una forma esperada...

La historia comienza con la vida de Ashley, pero en el final no se menciona casi nada de ella, comienza como personaje principal pero pasa a ser un secundario... por eso en mi opinión la historia va por el camino perfecto, y la trama se vuelve original, pero a mi parecer los hechos y detalles de la historia podría haber sido más profundos...

A pesar de todo diría que fue uno de mis favoritos del autor, con lleva la historia de muchos personajes muy diferentes entre si, y diría que si saliera una segunda parte seguramente la leería...esperando para ver que sucede con los personajes.

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Buscando Cariño // Capítulo X - Max

- ¿Y ahora qué vamos a hacer? – le pregunte a Ash escandalizada cuando regresábamos a casa. Después de haber hablado con Jade.
- ¡Tenemos que hacer algo! – Exclamó ella – no podemos dejarlo así. ¡Él la violó!

Gritó ella y no tuve otra opción que tapar su boca ya que estábamos caminando por el medio de la calle, donde fácilmente la gente podía escucharnos. Y no era muy bien visto que la gente grité por ahí, que alguien había sido violado. Eso era terrible y nosotras lo sabíamos, qué debíamos hacer con eso. ¿Ir a decírselo a la policía?, no, ella nos hizo prometer que no diríamos nada, sobre lo que nos contó.

- No podemos decir nada – expliqué yo mientras cruzábamos la calle en dirección a la casa de Jake que no quedaba muy lejos de allí.
- ¡Pero tampoco debemos como que esto no paso! Rachel fue expulsada, yo no puedo ver a Luca, y mucho peor ha violado a Jade – terminó susurrando por miedo a ser escuchado, pero en ese momento nadie, la calle estaba vacía.
- Se que es terrible, pero creo que ahora que sabemos la verdad deberíamos dejar que ella lo superé… ¿No crees? – pregunte, sabía que eso era algo de lo que ella misma debía ocuparse – aunque me gustaría que el director se enterara por ahí, deja que Rachel regrese y tal vez lo expulsen a él.

- Sabes todavía no me lo puedo creer – comentó ella mirando a una señora que cruzaba la calle – como habrá pasado, él no es así, al menos con nosotras no.
- Nosotras tenemos novio, recuerda – le expliqué.- Si, pero si mal no me acuerdo hace unas semanas Jade salía con Jared, ¿No es cierto?
- Si creo que tienes razón, pero esa relación no funcionó muy bien ¿o sí?
- No, al parecer no por eso él la tomo de punto supongo – tomó mi mano cuando doblábamos la esquina para salir corriendo.

A mitad de la cuadra salían de la casa de Luca, él y Jake. Parecían algo nerviosos, o asustados. Ashley corrió tirando de mí para que me apresurara, para que llegáramos rápido. Al estar ya a solo unos metros de ellos, me soltó y corrió a brazos de su novio. Quien la recibió a gusto, comenzó a besarla, al segundo que esta rodeo su cuello con los brazos- Sonreí por ver a mi amiga tan feliz y al parecer Luca también lo estaba, la alzó un poco y la hizo girar junto a él, yo solo me límite a llegar a Jake, que también me recibió con un par de besos.

- Te quiero lo sabes ¿No? – le susurré al oído cuando me estiré a abrazarlo. Ese no era un momento en el que dices cosas románticas como esa, pero al ver a Ashley y a Luca que con tanto solo haber estado separados un día, ahora se reencontraron como si el tiempo hubiese sido mucho más que solo eso.
- Yo también – respondió besando mi mejilla.

Tomé su mano y sonreí. Volví mi vista a mis amigos, ellos seguían besándose como si el mundo se acabara o algo por el estilo. Volví mis ojos claros a los de mi novio y pregunte:

- ¿Qué ha pasado en su casa? – pregunte curiosa mientras miraba a ambos lados de la calle.
- He convencido a su madre de que no lo saque del colegio o algo parecido, aunque no la convencí del todo sobre Ash, pero por ahora todo va bien.
- Perfecto – me acerqué y lo bese, esta vez en los labios.
- Bueno y cuentéenos que sucedió con Jade – pregunto Luca que todavía estaba abrazado a Ash. Aunque ahora no giraban o se besaban. Jake tenía el brazo atrás de mí sobre mi cintura. Y yo estaba pegada a él. Miré a mi amiga y después a su novio.
- No podemos hablar en medio de la calle sobre eso.
- ¿Tan malo es? – pregunto Jake mirando algo aterrado por el misterio de lo que yo acaba de decir.
- Vamos a tu casa Luc – dije Ash mirando la calle y lo poco concurrida que estaba.
- No, mi casa, no, mi madre sigue algo loca – comentó él haciendo gesto con su mano junto a su cabeza.
- Bueno entonces vamos a la mía – dijo ella.

Su habitación no era mucho más grande que la mía, estaba decorada con un tapiz celeste claro y todo haciendo juego. Cuando entramos me deje caer en el piso junto a la cama. Jake se acomodó a mi lado. Luca y Ash se sentaron ambos en la cama.

- Bueno, ahora estamos solos – empezó Luca mirando la puerta que estaba cerrada.
- En verdad no debemos contarles esto, ella pidió que guardáramos el secreto. – les informó Ashley.
- Pero solo son ellos – comenté.
- Bueno está bien, pero deben prometer no decir nada a nadie, ni hacer nada – los miramos a ambos a los ojos.
- Seguro – dijeron al unísono y esperaron que les contáramos.
- Este, ehm… bueno, si fue ella la que llamo a la policía, pero no sin una razón.
- ¿Y cuál fue? – interrumpió Jake.
- La han violado – terminó de contar Ash ya que yo no podía decirlo, me había quedado pensando en lo que sabíamos y en lo terrible de la situación, en la que nos habíamos metido y sin saberlo. Ahora teníamos en nuestras conciencias el peso de lo que había sucedido en la fiesta del viernes y no podíamos hacer nada, habíamos prometido no hablar del tema con nadie. Y acá estamos los cuatro pensando en lo que había pasado con Jade esa noche y que podíamos hacer ahora para ayudarla y arreglar el daño que causo eso. Pero ahora lo que más me aterraba a mí era que íbamos a hacer con Max, él había sido el culpable de todo.

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Buscando Cariño // Capítulo IX - La verdad

- Hola ¿Se encuentra Jade? – pregunte a la mujer rubia de ojos celestes que nos atendió cuando golpeamos la puerta en la casa, que sabíamos era la de Jade, nuestra compañera.
- Jade, me dijo que no quiere ver a nadie – nos informó la mujer con voz preocupada, parecía que algo la asustaba - ¿Ustedes saben algo?
- No, la verdad sabemos poco y nada. No entendemos que paso con ella en la fiesta.
- Ese día llego llorando, se encerró en su habitación y no dijo nada, está deprimida, me preocupa.
- ¿Llamo a su casa el director del colegio? –pregunto Ashley que hasta ahora no había pronunciado palabra alguna.
- Si llamo y dijo algo de una fiesta, en la que había alcohol y todo eso y más cosas, ya saben para fumar y dijo que estaban con uniformes…

Al escuchar eso entendí porque había intervenido el instituto. Ya que un evento tenía relación con el colegio cuando en la fiesta o evento alguien posee un uniforme o algo que comprometa al colegio. Y si el director decía eso era porque le habían informado. Pero quien lo había hecho ¿Jade? ¿Cómo saberlo?

- ¿Podemos verla? – pregunte a la mujer que parecía ser su madre.
- No sé si querrá verlas, pero por ahí eso le hace bien y nos dice algo, de lo que ocurrió. Soy Katia la madre.
- Soy Isabelle y ella es Ashley – nos presenté a ambas.
- Espero que si – deseó Ash.

Su casa era bastante grande, al entrar nos topamos con una escalera en el centro del hall de entrada, su madre nos guio por ella al segundo piso, donde a la segunda puerta se encontraba la habitación de Jade, nuestra amiga.
Golpeamos a la puerta, pero nadie respondió, pensaba que se madre había dicho que su hija se encontraba allí, pero ya habíamos tocado dos veces y nadie había salido a nuestro encuentro.

- Abre, ella está ahí - nos alentó la mujer para que nos adentráramos en su habitación.
- ¿Jade? – Me asome, entornando un poco la puerta, dejando que la luz saliera de esta - ¿Estas?

Nadie me respondía, como podía ser si su madre me decía que ella si se encontraba en el dormitorio. Abría más la puerta y allí la vi, estaba tirada en su cama con los auriculares conectados, a un volumen alto, ya que desde donde estábamos se oía el zumbido de la música.

La miré durante unos segundos, luego a Ashley y a la madre también, quería preguntarle qué había pasado pero al mismo tiempo no quería presionarla por lo que podía pasar, no sabía cómo reaccionaría.

- ¿Jade? – volví a preguntar acercándome hasta la cama cautelosa. No me había escuchado y tampoco sabía si se había dado cuenta de nuestra presencia, ya que estaba con los ojos cerrados.

Me acerqué hasta poder tocar su hombro, suave la llamé, se sobresaltó al sentirlo. Abrió los ojos y busco con la mirada a quien la molestaba.

- Lo siento Jade – me disculpé, antes de dijera algo o me gritara, que es lo que esperaba que hiciera, no lo hizo. Se quitó los auriculares y se sentó en su cama mirando a su mamá.
- Creo que me iré, las dejare solas para que charlen – salió de la habitación y cerró la puerta tras ella.

Volví la vista otra vez a Jade sin antes mirar a Ashley esperando que me ayudara, ya que no sabía cómo empezar con Jade. No sabía cómo preguntarle qué había pasado el viernes en la fiesta.

- Esto Jade… ¿Cómo estás? – pregunto Ashley dejando notar como estaba en ese momento, nerviosa.
- No sé qué hacen acá, las dos, pero creo que puedo adivinarlo, la…
- Fiesta del viernes, si eso mismo – terminé de decir yo intentando sonar dulce y amable para que no llorara o algo similar, ya que le costaba pensar en eso según veía yo.
- Nos han dicho que tu fiesta la que llamo a la policía – comentó Ash quedándose en silencio esperando una respuesta de su parte.
- Si fui yo – respondió bajando la mirada al acolchado que había sobre su cama, parecía apenada por el hecho. La vi dejar caer una lágrima, ella misma la limpió, para ocultarnos que lloraba – ¡Lo siento mucho! Estoy tan apenada por lo que he hecho. No era mi intención que todo acabara así, yo no quería…
- Esta bien tranquila – me acerqué para abrazarla y palmear su espalda, como la gente solía hacer en estos momentos – no tienes que disculparte, no ha pasado nada grabe en la fiesta, pero tienes que saber que hoy han expulsado a Rachel, porque el director se ha enterado de la fiesta y le han dicho que chicos llevaban el uniforme… ¿Tu nos puedes contar lo que ocurrió? – pregunte esperando su reacción ante lo que le estaba pidiendo.

Ashley a mi lado solo miraba lo que ocurría, a la espera de su respuesta, ella no estaba de muchos ánimos como para hablar mucho, le dolía lo que pasaba con Luca, eso la tenía apartada de donde estábamos ahora, estaba como en su propia burbuja.

- Ehm… yo… no sé… - comenzó con la mirada baja, sin saber bien como empezar, no dije nada y espere a que supiera como seguir – mientras todos bailaban, después de que todos brindamos, ¿Recuerdas? – Asentí con la cabeza y Ashley me imitó – bueno yo estaba en la piscina con los chicos, nadando. Cuando salí por el frío que tenía, iba a entrar en la casa para cambiarme – se quedó callada por un segundo, supuse que ahí estaba el problema, pensé que no sería capaz de seguir, pero continuo – fui violada.

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Buscando Cariño // Capítulo VIII - No me dejan verlo

- Ash, hay que averiguar que paso en la fiesta de Rachel, Jade no lo hizo por nada, ella no es así, seguro algo le sucedió en la fiesta – comenté mirando a mi amiga, en la hora del almuerzo después de haber terminado mi comida. Jake estaba a mi lado tomando mi mano cálidamente, trazando círculos en ella con su pulgar.
- Por qué mejor no dejamos esto de lado y seguimos con lo nuestro – pregunto ella a la vez que tomaba de su gaseosa, parecería nerviosa.
- ¿Dejarla de lado? Pero si algunos terminaron en la cárcel como vamos a olvidarlo – me quejé mirando a mi novio, él cual no decía nada hasta el momento.
- ¿Y dónde está Luca ahora? – pregunto mirando a Ashley la cual cambió la expresión y posó su vista en el piso de la cafetería.
- La verdad no lo sé, hoy no lo he visto – informó ella, parecía que algo le preocupaba y que no nos decía lo que era, que nos ocultaba algo.
- ¿Cómo que no lo has visto es tu novio? – pregunto Jake, todavía jugando con mi mano.
- Bueno la verdad es que… - se acomodó sobre la mesa jugando con sus manos nerviosa – ¡le prohibieron salir conmigo! – dijo y automáticamente las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, dejó caer la cabeza sobre la mesa escondiéndola entre los brazos.

Me levante de mi siento y solté la mano de Jacob para ir junto a ella, la abracé por los hombros y coloqué mi cabeza a su altura para que pudiera escucharme.

- Sabes bien que eso no pasara ¿verdad? – Le pregunte acariciando su cabello – él te ama, no te dejaría nunca.
- Pero la madre dijo que lo sacaría del colegio si me hablaba – contó Ash volteando la cabeza hacía donde yo estaba.
- ¿Pero por qué le ha dicho eso? – pregunto Jake totalmente desconcertado por lo que ella nos contaba.

Él al igual que yo sabíamos bien que Ash y Luca prácticamente vivían juntos ya, salvo por el hecho de que cada uno tenía su casa donde dormían después de eso estaban siempre uno al lado del otro como yo lo estaba con Jake.
Sabíamos que sus padres no les habían prohibido el estar juntos, que les permitían verse al menos hasta hoy todo eso era así.

- Ella dijo que el directo llamo a la y le contó lo que supongo le dijo a todos los padres y ella le creyó ahora Luca está castigado y no puede vernos, me lo ha dicho por un mensaje y hoy no lo he cruzado en toda la mañana, no sé dónde estará, creo que no ha entrado hoy ya que no estuvo en mis clases, las que estoy con él, no sé qué hacer, quiero verlo.
- Siempre supo que su mamá es algo estricta, pero no pensé que para tanto – comentó Jacob con el ceño fruncido de la bronca que sentía en ese momento.

No era justo que lo castigaran así, está bien, si, nos habían portado muy mal, pero no era cuestión de cortar las amistades por una fiesta. Podría ser un castigo menor.

Ahora me sentía culpable por ir a esa fiesta, una fiesta que habíamos organizado por el fin de año escolar para disfrutar una noche juntos, pero ahora sabíamos que una fiesta no valía la pena que si nuestros padres reaccionarían de esa manera era mejor no tener una vida social, para que después no nos dejaran vernos entre nosotros.

Teníamos que encontrar la manera de saber que había ocurrido en la fiesta con Jade y donde estaba Luca en ese momento, no era cuestión de dejarlo pasar, porque ambos son nuestros amigos y necesitan de nuestra ayuda.

- No te preocupes Ash, vamos a buscar a Luca y también vamos a averiguar que paso con Jade en la fiesta – dije con mi mano sobre su brazo para darle fuerzas.

Teníamos que saber de inmediato que había ocurrido con Jade ya que por su culpa Rachel había sido expulsada del colegio. Averiguaríamos lo que había provocado que ella llamara a la policía en medio de la noche, en una fiesta en la que todos nos divertíamos.
De todas las fiestas a las que había concurrido desde que mis padres habían comenzado ha viajar cada una o dos semanas sin importarles a donde yo fuera. Esta había sido la única en la que algo así ocurría. Nunca nadie había llamado a la policía. Nunca nadie había sido expulsad del colegio por festejar en su propia casa, cuando la fiesta no era cosas del instituto.

- Después del colegio voy a ir a casa de Luca - comenté Jake aún sentado enfrente de nosotras.
- Bien, yo iré a la casa de Jade – informé y luego miré a Ashley que seguía llorando - ¿Vienes?
- Si, aunque quiero ver a Luca – dijo desesperada.
- No te preocupes si todo va bien lo vamos a ver pronto – quise tranquilizarla y decirle que todo iba a ir bien pero eso nunca lo sabría porque era algo raro lo que nos ocurría. Parecía cosa de película, esas cosas que pasan en las de terror y no en la vida real. Pero acá estábamos nosotros intentando averiguar qué había pasado con nuestros amigos el día de la fiesta y luego de ella. No podíamos dejar que todo siguiera como estaba porque no entendíamos que era lo que estaba sucediendo.

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Buscando Cariño // Capítulo VII - Cambio

- No te preocupes, todo saldrá bien – él acaricio mi cabello mientras yo intentaba pensar en otra cosa, algo que me era imposible.
- Lo intentaré – respondí acomodándome sobre su pecho para poder dormir tranquila.
- Ahora solo duérmete – dijo el acomodándose también para dormir.

- Creo que debes despertarte – susurró en mi oído cuando apenas había reaccionado de estar despierta. Abrí los ojos lentamente y lo mire marcando en mis labios una sonrisa. Me desperecé y me acomodé.
- Buenos días – saludé a mi novio.
- Hola amor – me saludó con un corto y delicado beso – Es lunes, tenemos colegio, mejor que vallamos, ¿no crees?
- Sabes, la verdad es que tengo cero ganas de ir pero creo que debería – respondí incorporándome en la cama, lo miré, él ya estaba cambiado y llevaba el uniforme del colegio, el cual le quedaba perfecto.
- Bueno yo voy a hacer el desayuno. Tu cámbiate – me dijo antes de desaparecer de la habitación.


No sé cómo había hecho para conseguir su uniforme, me pareció raro, a no sé qué haya ido a su casa a buscarlo. Me levanté tambaleándome un poco, fui al baño a ducharme puesto que odiaba estar sucia, aunque a veces no se notara.

Cuando ya estaba lista bajé hacía la cocina, él me esperaba con un desayuno como el que te daban en los hoteles de cinco estrellas.

- Para mí princesa – dijo con una reverencia y corrió mi silla para que me sentara en ella.
- Gracias mi príncipe – dije sonriendo y le seguí el juego mientras me sentaba para desayunar junto a él.
- ¿Qué planes hay para hoy? – pregunto mientras untaba una tostada.
- Creo que por ahora, solo ir al colegio – respondí no muy convencida de ellos, ya que no sabía que nos esperaba allí – ¿has ido a tu casa? – pregunte reparando otra vez en su uniforme ya que por mi parte no dejaba de observar a mi novio.
- Si, me he salido de tu casa por la mañana, cuando llegaba Macy, me fui justo cuando mi madre salé de la casa para no cruzármela, ella piensa que estoy con Luca – comentó él tomando de su café.
- ¿Qué piensas que te dirá? ¿La habrán llamado? – pregunte curiosa por eso, porque cuando mis padres supieron el hecho se volvieron locos solo por saber que eso podría jugar en contra de su imagen frente a las cámaras, cosa que a mí me importaba en lo más mínimo, lo que la televisión pudiera decir de mí y mis padres.
- No lo sé, capaz me castigue y no me deje verte por una semana – dijo en tono burlón por lo que yo reí con él y no me creí lo que decía – bueno capaz si me castigue pero no me prohibirá verte, sabe que no puede hacer eso, sabe cuánto te quiero, no puede separarme de vos – comentó un tanto avergonzado, vi como el color de sus mejillas cambiaba a un rosa tenue.
- Eres hermoso – dije a la vez que una sonrisa se extendió en mi rostro, era imposible no estar feliz con él así, si era la única persona en el mundo que me comprendía.
- Lo sé, ahora terminemos de desayunar que no quiere que tengan argumentos para retarnos – dije a lo que yo reaccioné y dejé de mirarlo bobamente como lo estaba haciendo hasta el momento.

Ashley corría a nosotros, no entendíamos que le sucedía. Cada vez que Ashley sabía algo nuevo éramos los primeros en saberlo nos enterábamos por ella antes que otros lo hagan. Era mejor que un noticiero.

- ¡La expulsaron a Rachel! – nos gritó susurrando, para que los demás no escucharan nada, cuando nosotros llegábamos al colegio y ella salía a nuestra búsqueda.
- ¿Cómo que la han expulsado? – no comprendía lo que estaba sucediendo.

Rachel la dueña de la casa, la anfitriona de al fiesta había realizado esa reunión en su casa, sin dejar a conocer datos sobre el colegio. La fiesta a la que todos habíamos concurrido no tenía relación alguna con el instituto o con algún empleado de este. Ella solo había invitado a los chicos de nuestro curso, el último de nuestro colegio y a algunos cursos menores. Nosotros creíamos que cuando uno realizaba una fiesta en su casa, el colegio quedaba fiera de ello y no tiene cargo de autoridad sobre lo que suceda en esta. Ahora, lo que nosotros no entendíamos ni en lo más mínimo es que aunque sepamos que la fiesta era ajena al instituto porque Rachel había sido expulsada. Era una incógnita.

¿Qué habría pasado con Jade? La chica quien nos delató con la policía en plena noche y desaparejó después de esto. Era imposible pensar que ella una de nuestras amigas, una persona en la que siempre habíamos confiado; había podido delatarnos con la policía. Uno nunca desconfía de la gente que lo rodea. Uno cree que la gente que tiene al lado es buena, confiable, leal a un porque los valores de la amistad todavía existen.
Pero que sucede cuando ya ni en esas personas se puede guardar una esperanza para el futuro, cuando ya no se puede contar con ello como se lo hacía antes. Cuando ya no había persona en la que creer.

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el martes, 17 de febrero de 2015
Buscando Cariño // Capítulo VI - No eres mi madre


Sonó mi teléfono y grité fuertemente asustada. Casi saltando de la cama.

- ¿Qué paso? – gritó Jake abriendo la puerta de un golpe.
- Lo siento es que sonó mi celular y me asusté – sentí mi teléfono que seguía vibrando en mi bolsillo, lo saqué y miré la pantalla – es mi madre.
- Atiéndela.
- Eh, si…

La atendí y puse el altavoz para que Jacob también la escuchara. Él se sentó en la cama he hizo silencio para que mi madre no lo oyera.

- ¿Hola? – saludé.
- Hola Belle – respondió ella desde el oro lado de la línea.
- ¿Qué tal madre? – pregunte rutinariamente ya que no me interesaba el saber como estaba.
- Muy bien con tu padre estamos cenando en le restaurante del hotel. ¿Cómo esta todo allá?
- Perfecto, hoy salí con unas amigas – mentí mirando a mi novio, mentí porque ella no sabía que yo tenía novio, no quería que no tuviera, pero yo no dejaría que me lo prohibiera.
- ¡Tu director nos llamo hoy por la mañana! – gritó mi padre y me asuste por el repentino cambio de la voz que se escuchaba al otro lado.
- ¿El director? – me hice la desentendida - ¿Para qué?
- ¡Eso mismo quiero saber yo! ¿Qué has hecho ayer por la noche? ¿A dónde has ido?
- Ustedes sabían que yo tenía el acto escolar.
- Si y ¿Después del acto?
- Estuve en casa sola, porque ustedes se fueron y me dejaron sin nadie que me cuide – les recriminé.
- Tu director no ha dicho lo mismo.
- ¿Qué ha dicho él? – pregunte confundida por lo que pudiera haber dicho el loco ese, cuando la fiesta no tenía nada que ver con el colegio.
- ¡Han hecho una fiesta sin ningún padre, sin permiso y ha acudido la policía. Muchos de tus compañeros estuvieron encerrados en prisión por la noche! – gritó mi padre.
- ¡Dime dónde estabas ayer por la noche! – gritó mi madre.
- ¡Estaba en casa sola viendo una película! – les grité a ambos.

Jake a mi lado tomó mi mano para tranquilizarme. No soportaba que mi madre me controlara solo cuando otros le decían lo que yo hacía. Quería que ella se diera cuenta, que ella y mi padre lo vieran con sus propios ojos. No que a través de las palabras del resto me castigaran, solo por lo que dicen los demás.

- ¿En quién confían más en el director a quien ni conocen o en su propia hija? – le pregunte totalmente dolida y no porque no me creyera, porque lo que yo decía era mentira si no por lo de siempre. Lo único que ellos querían era que la gente los reconociera y no exactamente por que su hija ande de fiesta en fiesta, si no por lo famosos que eran por ser una familia modelo y muchas cosas más.

A mi todo eso me interesaba poco y nada. Yo no quería ser reconocida por la plata que tenía. Quería disfrutar de la vida sin aparentar nada. Ser yo misma.

- ¡Dime Madre! ¿Me crees? ¿Quieres que relate la película?
- ¡Esta bien! No hace falta ¡Te creo! – contestó resignada algo enojada – Procura portarte bien.
- Esta bien madre procurare no mirar más películas por las dudas de que el director crea que voy a fiestas.
- No seas tonta.
- Adiós madre.

Colgué el teléfono y lo tiré lejos sobre la cama. Era algo inevitable, estúpido pero inevitable. Me largué a llorar sobre la cama, ya no iba a ser la misma de antes. Ya no dejaría que ella me tratara así. Ya no dejaría pasar todo como hasta ahora.

- Isabelle, no llores, no ha pasado nada – me tranquilizó Jacob, pero para mi era imposible no llorar cuando mi propia madre me grita sin saber porque lo hace. Cuando solo se deja llevar por lo que dicen las lenguas ajenas, por rumores que nunca saben si son verdades o mentiras.

Esa mujer que decía ser mi madre no lo era nunca lo había sido, nunca había estado a mi lado para serlo.

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el lunes, 16 de febrero de 2015
Buscando Cariño // Capítulo V - Miedo

- Isabelle – me llamó Jake moviéndome el hombro levemente.
- Lo siento, parece que me dormí despierta, estaba pensando en la fiesta – comenté – ¿Qué habrá pasado con Rachel? ¿Les habrán dicho a sus padres?
- Supongo que si ya que la policía estuvo en su casa durante la noche supongo que alguien habrá llamado a los dueños durante el trayecto – explicó Luca.

El sol ya estaba cayendo en el horizonte. Ya no teníamos más comida, solo nos quedaba un termo de agua caliente para el maté y nada más. Ash estaba dormida en brazos de Luca y yo estaba leyendo acostada sobre el pecho de Jake mientras el escuchaba música con su mp4. Luca nos tomaba fotos sin flash para no despertar a su novia.

Miré a Jake luego de leer un par de capítulos más de mi novela favorita Twilight donde uno de los protagonistas se llamaba como mi novio. Cerré el libro con el señalador que era una foto mía y de Jake. Y lo miré estaba con los ojos cerrados. Me estiré un poco y lo besé. Provocando que abriera sus ojos. Me miró y sonrió.

- ¿Volvemos? – pregunte levantándome.
- Claro, creo que Ash necesita una cama y Luca una computadora donde vaciar la memoria de mi cámara – contestó él.

Luca alzo a Ash en sus brazos, quien dormía placidamente y la dejo en el auto en el asiento trasero. Mientras nosotros juntábamos todo lo que habíamos desparramado durante la tarde.

- Mi madre me llamo unas cinco veces ya – informó Luca al encontrar su teléfono en el pasto debajo de nuestros bolsos – la llamaré.

Se alejo un poco de nosotros para poder comunicarse con su madre sin molestias.
Seguimos guardando todo sin despertar a Ash por su puesto y esperamos a Luca sentados en el auto. Jake iba adelante y yo atrás con la cabeza de Ash en mis piernas.

- Me ha preguntado que ha pasado anoche porque dice que el director del colegio llamo a casa para informar de la fiesta. – nos dijo Luca preocupado cuando subió al auto.
- ¿Eh? – fue lo único que pudo pronunciar Jake.
- ¿El director? Pero si no tenía nada que ver con la escuela.
- Parece que si – señaló Luca – ¿volvemos? – pregunto con miedo.
- Si – respondí yo, ya que no había nada a lo que temer en mi casa, estaba vacía como siempre.

- Ash, hemos llegado – desperté a mi amiga con un leve toqué de hombro, yo tenía que bajar y ella estaba en mis piernas.
- Lo sie…nto – se disculpo en un bostezó, se estiró y se sentó. Ambas salimos del coche y ella dio la vuelta para subir en el asiento del acompañante junto a su novio. Él mío me esperaba con la puerta abierta de mi casa.
- ¿Regresarás a tu casa? – pregunté prendiendo las luces de mi gran mansión.
- No quiero enfrentarme a mi madre a la cual seguro ya llamaron.
- Entonces quédate – lo abracé por la cintura y lo bese – ¿Y vemos unas películas?
- Seguro, yo pido helado, porque no quiero comer ¿Tu quieres pizza?
- No gracias, con el helado bastará.

Luego de que llego el helado, caminamos por los pasillos desiertos de mi mansión a la sala de películas que mi madre en unos de sus días de locura, había decidido construir en la casa, se lo agradecía, ya que pasaba muchas horas allí a dentro.

- ¿Cuál miramos hoy? – pregunto él abriendo una puerta de la pared que dejaba a la vista unas pilas de millones de películas.
- Terror – pedí y el hizo girar una de las pilas y la dejo quieta en la sesión de terror y sacó una.
- Esta no la vimos. – la puso y saco del aparados dos cucharas para comer el helado.


Yo ya me había acomodado en el sillón, que más que eso parecía una gran cama. Apagó las luces y trajo con él el helado y el control de la gran tele. Se acostó a mi lado para disfrutar de la película. Tomé de mi lado un par de almohadones y los puse sobre mí para usarlos de escudo en las partes que no quería ver. Él se rió por eso y yo le di con uno de los cojines que tenía ahí. Puso “play” a la película comenzó, comimos el helado, él más que yo porque con el miedo que tenía no me pasaba por la garganta. El almohadón pasaba más tiempo frente a mis ojos que en mi regazo. En un momento grité y provoqué que el también se asuntara y no por la película sino por mi gritó.

Terminé mirando la película sobre su pecho, y él rodeándome con su brazo, yo estaba abrazada al almohadón, que estaba casi cubriendo mi vista hacía la pantalla gigante que teníamos enfrente. Termino la película y yo estaba muerta de miedo, casi temblaba.

- Bueno, ¿Te ha gustado? – pregunto él desperezándose.
- Más que eso me ha asustado – dije apretando fuerte el almohadón a la vez que miraba para todos lados en la oscuridad que se había formado.
- A mi me ha gustado mucho, quisiera ver la que le sigue – dijo sonriendo.
- No, hoy no por favor, ya es mucho con esta.
- Esta bien la veremos otra noche, ahora déjame salir que tengo que ir al baño.
- ¿Me dejaras sola? – pregunte mirando hacía la puerta y las esquinas de la habitación.
- Son solo unos minutos – rió de mí y se escapo de mí saliendo de la cama.
- Esta bien – dije y me ovillé en la cama esperando que regresara, él antes de irse prendió la luz y salió de la habitación dejándome sola.

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el domingo, 15 de febrero de 2015
Buscando Cariño // Capítulo IV - Fue Jade

- Vamos a nadar – me pidió Jake, luego de que terminara de acomodar todo para nuestro pic-nic.
- No Jake, después – dije mientras preparaba una ensalada.
- No seas negativa – dijo antes de alzarme e brazos y salir corriendo para el agua.
- ¡No Jake! – le grité mientras me removía en sus brazos. Previne lo que venía y me saqué la remera, junto con mi celular que estaba en mi bolsillo y los tiré en el pasto mientras el corría al agua. - ¡Jake!

Era tarde ya estaba adentro del agua y toda mojada, suerte que andaba descalza y que había dejado mi teléfono a salvo.

- Te mataré – le amenacé mientras nadaba hacía él.
- Se que no lo harás Isabelle – pronunció mi nombre completo cosa que me gustaba poco y nada pero cuando él lo decía sonaba genial.
- Tienes toda la razón del mundo – dije sonriendo mientras lo abrazaba ya que se había dejado atrapar.
- ¿Entonces qué me harás? – pregunto mientras colocaba sus manos en mi cintura y me pegaba más a él – ¿me matarás con tus besos? – se acercó con el propósito de besarme, pero me escurrí de entre sus brazos y nadé lejos de él.
- Al contrario – le grité ya lejos de él.

Nade hasta la orilla del rió, para salir de él, pero algo tiró de mi pie y me obligó a quedarme en el agua. Asustada comencé a gritar, por el miedo de que sea un animal lo que me tomaba del pie sin soltarme, me arrastró por el agua hasta hundirme completamente. Sentí que algo paseaba por mi pierna entonces me dí cuenta de que no era un animal lo que tenía prendido a mí si no un hombre, un hombre desesperado. Me dejé arrastrar por el agua, hasta que quede de frente como para poder tomarlo por los hombros. Lo atraje hasta mi rostro y lo besé de improvisto, como él quería, como él estaba buscando. Esta vez fui yo la que lo busqué, me abracé de él por su cuello a la vez que enredaba mis manos en su cabello, apretando su rostro contra el mío, para que no se separara de mí. Sus manos viajaban desde mi espalda a mi abdomen, jugando en cada parte de mi piel por la que pasaban. El agua nos llegaba por la cintura a ambos, porque estábamos en la orilla.

- Hay publico – nos informó la voz de Luca, desde arriba del río.

Levanté la viste lentamente, a la vez que me separaba un poco de Jake. Sentí que la sangre se me acumulaba en mis mejillas rápidamente. Miré a Luca que estaba de la mano con Ash, ambos nos miraban divertidos por la situación. Volví la vista a Jake, el también estaba con las mejillas coloradas. Me reí de la situación ya que no podía hacer otra cosa.

- Esta bien que estamos solos pero no son los únicos – dijo Ash sonriendo y miró a Luca – ¿entramos?
- Si – respondió él mientras se sacaba la remera y comenzaba a quitarse el pantalón.
- ¡Ey! – lo frenó Ash – te traje un short de baño, esta en el auto. Señalo el automóvil para que fuera a buscarlo mientras ella se sacaba la ropa y quedaba en bikini.
- Podían haber avisado así yo también me traía un traje – dije algo enojada ya que después tendría que volver con la ropa mojada.
- Pensé que lo sabrías – se excusó ella – lo siento.
- Esta bien – dije desde los brazos de Jake que ahora solo apoyaba las manos sin moverlas en mi cintura.
- ¡Bomba! – gritó Luca antes de caer en el agua, salpicando agua para todos lados.

Habíamos pasado toda la mañana en el agua lo que nos había producido hambre. Ahora estábamos tirados cerca del auto a la sombra del árbol sobre una manta comiendo unos sándwiches que Ash había preparado. Esta vez ellos dos habían organizado la salida por completo, todo venía por su cuenta, lo único que yo había tenido que hacer era traer mi cámara de fotos y mis ganas de divertirme. La salida anterior la habíamos organizado con Jake y había salido igual de divertida que esta.

Mi cámara estaba en manos de Luca que no paraba de tomar fotos de cada movimiento que hacíamos. Si seguía así ya no tendría más memoria para seguir almacenando nuestros momentos. Ash le saco la lengua en la última foto que pudo tomarle antes de sacarle la cámara de las manos para seguir ella con él trabajo pero antes de que comenzará yo se a quité a ella.

- ¿Ustedes saben que paso ayer exactamente? – pregunte a ambos luego de acomodarme entre la piernas de Jacob y haber apoyado la cabeza en su pecho, tomando sus manos para jugar con ellas, él estaba recostado contra el árbol.
- Jade llamo a la policía – nos informó Luca.
- ¿Jade? ¿Jade Mich? – pregunto Jake sorprendido.

Jade no era muy amiga mía, si era mi amiga pero era del tipo que solo estaba cuando quería tu ayuda, por eso yo no la consideraba de mucha confianza. Al parecer Jake si, ya que reaccionaba de esa manera, como si Jade nunca hubiese hecho eso. La verdad es que si lo hubiese hecho y lo hizo, al parecer.

- ¿El motivo? ¿Lo saben? – pregunte sin sorprenderme por nada.
- No la verdad que no – respondió Luca – pero hizo que termináramos todos en la policía.
- ¿La vieron a ella cuando la policía apareció? – pregunto Jake, a la vez que comía un sándwich.
- Yo la vi estaba llorando y corría en dirección a su casa – respondió Ash.
- Todo el colegio la odiara ahora, va no se si todo pero nuestro curso seguro – informó Luca.

Eso estaba seguro, era la fiesta de fin de año y la mayoría de los chicos de la secundaria estaban ahí. Habían organizado la fiesta en la casa, mansión de Rachel Muynux, esa chica tenía una casa mucho más grade que la mía y yo consideraba mi casa un hotel de tres estrellas, la de ella era mucho más amplía y parecía casi de cinco estrellas. Tenía un montón de habitaciones con juegos y demás, una sala de cine pequeña, y otras cosas.

Sus padres estaban de viaje en Rusia por lo que ella dio la fiesta en su casa sin su permiso, invitó a más de doscientos chicos. La fiesta comenzó a las nueve de la noche, unas horas más tarde después de que terminará el acto del colegio donde algunos actuaban. Cada uno había llevado lo que consumiría aunque la dueña de casa había puesto gran cantidad de cosas, entre ello bebidas.

La estábamos pasando genial, era media noche y la mayoría estaba bailando en la pista que Rachel había contratado para que armaran en su jardín a la luz de la luna. Yo bailaba con Jake y a nuestro lado muy cerca Ash lo hacía con Luca, a cada rato cambiamos de pareja, divertidos. Pero en un momento no pudimos seguir disfrutando porque todos empezaron a gritar que estaba la policía por lo que dejé a Luca y corrí a Jake que ya no estaba con Ash. Y ambos salimos disparados del lugar para no ser atrapados por la policía.

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Buscando Cariño // Capítulo III - ¿Nos conviene salir?

- ¿Estas seguro que nos conviene salir? – le pregunte mientras me acomodaba la falda color blanca con capas, y buscaba una blusa para combinar.
- Si nadie nos va a reconocer, era de noche – dije mientras se miraba en el espejo y se peinaba.
- ¿Esta o esta? – le consulté mostrándole una remera celeste con unas letras y otra negra con una imagen de los ochenta.
- Esa – señalo la de los ochenta – sabes que me fascina esa época.
- ¿ero no más que yo verdad? – pregunte acercándome a él sensual con la remera en la mano.
- Tienes razón – dije y me tomo por la cintura y me beso fuertemente.
- No Jake – le contradije conteniéndome – tenemos que irnos, no quiero terminar en la cama otra vez – dije aunque lo besaba como él a mi pero cada tanto lo intentaba separar.
- Es verdad, Luca y Ashley nos esperan en la plaza con el auto – dije mientras tomaba el bolso de la cama y caminaba a la puerta de mi habitación – ¿Ya estas?
- Espérame abajo – dije y le lancé un beso antes de entrar al baño otra vez.

Me paré frente a la espejo y miré mi cabello rubio todo alborotado y húmedo, era ducha rápida lo había dejado así, tome la secadora de pelo y mientras lo peinaba lo secaba, cuando me pareció que estaba presentable lo acomode dejando las ondas que solas se formaba caer sobre mi espalda. Me pinté los ojos con delineador que era lo único que usaba y puse brillo en mis labios. Tomé mi cartera negra y me puse mis zapatos negros que tenían un poco de taco, corrí a la puerta pero antes de salir agarré mi teléfono y mi cámara.

- Vale la pena que tardes en arreglarte – dijo él mientras me miraba bajar las escaleras medio embobado.
- Tu no tardas nada e igual estas hermoso – me acerqué y le di un beso en la mejilla dejándole la marca – vamos.

Abrí la puerta y salimos, cerré con llave y las guarde junto con mi móvil y mi cámara en mi cartera. Jake me tomo de la mano y comenzamos a caminar en dirección a la plaza que solo quedaba dos cuadras de mi casa.

- Luego no las encontraras – se quejó él, refiriéndose a las llaves.
- Tú las buscaras – dije sin importancia alguna.

En cuanto me vio, Ash corrió a mí y me abrazó, lo mismo hice yo.

- ¡Que suerte que estas viva! – dijo sin soltarme.
- ¡Que dramática! – dije riendo – solo fue una fiesta.
- Pero vino la policía y me asuste al no verlos.
- Es que nos fuimos en cuanto sentimos el ruido, ¿a ustedes no les paso nada verdad? – pregunte algo preocupada.
- ¡Que dramática! – me imitó riendo.
- Estamos perfectos – me informó Luca sonriendo y señalo la mejilla de mi novio donde yo le había marcado con un beso – veo que ustedes también. ¿Qué hicieron después de correr? – pregunte guiñándonos un ojos a mi y a Jake.
- Eso no te incumbe – respondió Jake, limpiándose automáticamente el beso – acaso yo te pregunte que hiciste con Ash después de escaparte como prófugo de la fiesta.
- Eso es secreto nuestro – dijo ella sonrojándose.
- Como lo mío con Jake – aclaré yo también poniéndome como un tomate.
- Para ustedes es imposible ocultar algo ¿no? – pregunto Luca acariciando la mejilla colorada de mi amiga.
- No – admitimos a la vez – ¿vamos? – pregunte, buscando con la mirada el auto de Lucas un BMW negro que estaba estacionado en la calle cerca de donde estábamos parados.

Subimos con Ashley atrás, a ninguna de las dos nos gustaba ir en el asiento delantero del auto. Pero los chicos amaban eso, así que nunca nos peleábamos. Bajé la ventanilla del auto por completo, dejando que el aire de la carretera me pegara en la cara, odiaba viajar en autos cerrados ya que me descomponía fácilmente y era algo desagradable de ver.

- ¿A dónde? - pregunto Luca a su novia cuando ya estábamos sobre la ruta.
- Seguí hasta que se corte y dobla a la derecha, después hasta que termine el camino – explicó ella como si supiera el camino de memoria.
- ¿Tenemos todo? – pregunte mientras buscaba mi cámara en mi bolso, Jake tenía razón era imposible encontrar cosas ahí.
- Si, Luca se encargo de todo – dijo Ash orgullosa de su novio.

Cuando encontré la cámara la saqué y comencé a tomar fotos de todos nosotros. A Jake le divertía que haga eso no era como los otros chicos que se quejaban cada vez que uno les tomaba fotos, ponía caras graciosas cuando enfocaba la cámara hacía él. Ash si se quejaba por las fotos, decía que no estaba para un día de fotografías y Luca no pronunciaba palabra estaba muy concentrado en su manejo.

- ¿Cuánto falta? – pregunto Jake después de que pasara una hora.
- Hemos llegado – respondió Luca estacionando el auto bajo un árbol, dejándonos a unos pasos de un hermoso río. Allí nos podíamos bajar toda la tarde y nadie nos molestaría. El agua era cristalina, se podían ver los peces pasando. El lugar era tranquilo, todo era verde y hermoso.

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Buscando Cariño // Capítulo II - Una noche tranquila para los dos.

- Ya estamos a salvo – dijo luego de cerrar la puerta de mi casa y dejarse caer junto a ella llevándome con él.
- Si – dije totalmente agitada mientras me apoyaba en su pecho para descansar.
- Genial – dijo antes de voltearme sobre él.

Me sujetó dejando sus manos en mi cintura mientras se acercaba lentamente para besarme, no directamente en los labios comenzó con un camino desde detrás de mi oreja hasta llegar a mis labios, sonreí mientras le respondía con fervor. Podríamos pasar toda una noche juntos sin mis padres, mi abuela, ni un patrullero que nos persiga.

Enredé mis dedos en su cabello color miel y jugué con él tirando cada tanto, divertida. Lo besaba casi como si el mundo se fuera a acabar. De un momento a otro estaba ubicada a un hupa de él, que caminaba como podía hasta mi habitación la cual estaba en el segundo piso al final del pasillo. Entró en mi habitación empujando la puerta y cerrándola con el pie de una patada.

Me dejo caer con delicadeza en mi cama, se acostó arriba mío mientras seguía con los besos, que cada vez estaban más subidos de tono.

- A veces pienso que es genial que tus papás salgan cada tanto de viaje y te dejen sola – dijo él mientras me sacaba la remera y se quedaba mirándome como lo hacía siempre solo que parecía que me devoraba con la mirada.

Desperté con la cabeza sobre su pecho, al sentir que la luz que salía de mi ventana la cual tenía a unos pocos metros me daba en la cara, me quejé al notarlo. Sin despertarlo me levante y fui a la ventana intentando no tropezarme con a ropa que había en el suelo y la cerré con fuerza para que no entrara nada de luz. Volví a su lado y me escondí bajo las frazadas y me acurruqué a su lado volviendo a cerrar los ojos mientras acariciaba su pecho, dibujando formas con mi dedo.

Sentí que movió su mano trazando una camino desde lo bajo de mi espalda hasta mi brazo, lo que me hizo estremecerme y sonreír.

- Bueno días, amor – lo saludé abriendo solo un ojo y estirándome para darle un pequeño beso en los labios.
- Que linda forma de despertarse – dijo el sonriendo mientras jugaba con su mano sobre mi piel dibujando formas.
- ¿Qué no tienes que ir a trabajar tu? – pregunte arruinando el momento.
- Sabes que los sábados no trabajo – me respondió. Era verdad sabía que él no trabajaba los sábados.
- ¿Tus padres cuándo regresan?- consultó mientras se revolvían en la cama sin soltarme en ningún momento.
- Creo que dentro de donde semanas, se fueron el miércoles, solo han pasado cuatro días, ellos suelen estar afuera dos o tres semanas como mínimo – expliqué.
- Que bien ¿y tu abuela no vendrá en lo que resta de su viaje?
- No, esta en Brooklyn con mi tía Emma
- Mejor, ¿no hay problema en que me quede contigo entonces?
- Ninguno, amor.

Tomó mi rostro entre sus manos y me arrastro suave hasta llegar junto a sus labios y me beso, como lo hacía siente, de la forma que ami me gustaba. Luego como comenzó se separo y me observó yo hice lo mismo, era uno de mis mejores sueños, sumirme en la pureza de sus ojos disfrutando de ellos.

- Me daré una ducha ¿Vienes? – me ofreció mientras se levantaba de la cama, estaba sin ropa alguna, por lo que me sonrojé al verlo – eres hermosa – dijo al mirarme.
- No, me quedo – dije cerrando los ojos y escondiéndome bajo las sabanas.
- Tu te lo pierdes – dije y camino al baño juntando su ropa cuando pasaba.

En cuanto oí que cerró la puerta me levante lo más rápido que pude y sin hacer ruido alguno para ir a la cocina, había dejado su camisa tirada justo al lado de la puerta, la tome y me la puse. Bajé las escaleras de dos en dos para apurarme y llegar pronto. Conecté la cafetera y la prendí, al mismo tiempo que puse dos tostadas en la tostadora. Exprimí varias naranjas hasta llenar dos vasos, los dejé sobre una bandeja mientras sacaba las demás cosas de la heladera y las ponía también en la bandeja. Cuando saltaron las tostadas las puse apurada sobre un plato ya que quemaban y puse en la tostadora dos más. Corte una porción de la torta que había sobrado del día anterior que Macy, la sirvienta, había hecho ese día antes de irse. Cuando el café ya estaba lo serví en dos tazas bastantes grandes ya que a ambos nos gustaba tomar mucho. Saqué las otras dos tostadas y las puse en el plato. Me arregle el cabello y la camisa que era lo único que llevaba puesto y volví a mi habitación.

Él todavía seguía en la ducha, algunas veces ayudaba que el fuera un maniático por estar siempre limpio, por ejemplo ahora, porque podía preparar todo y darle una sorpresa, deje la bandeja sobre mi escritorio y arregle las sabanas ya que en nuestro acto de demostración del amor que nos teníamos la cama había quedado dada vuelta. Cuando termine de ordenar la cama comencé a limpiar mi habitación que aunque era bastante grande el desorden se notaba igual, cuando sentí que cerró la ducha tome la bandeja y la apoyé cuidadosamente sobre la cama y me escondí entre las sabanas a su espera.

Pasados unos minutos escuche que la puerta del baño se abría y al segundo como la cama se movía bajo mío, comencé a retorcerme de cosquillas en cuando el estuvo bajo las sabanas para molestarme con las cosquillas que tanto odiaba.

- Jake, no, por favor – suplicaba mientras me movía entre sus manos – ¡cuidado! – grité en cuanto sentí que mis pies tocaban la punta de la bandeja, la cama era grande, por lo que el desayuno no terminaría en el piso pero si yo me seguía retorciendo terminaría desparramado bajo nuestro, frenó en cuanto le grité.
- Lo siento – se disculpó poniendo su mejor carita, que me derretían hasta que cedía en todo.
- No importa – dije sonriendo y me senté en la cama, él se acomodo a mi lado y atrajo la bandeja junto a nosotros para desayunar.

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el jueves, 12 de febrero de 2015
Buscando Cariño // Capítulo I - Oscuridad.


- ¡Corre! ¡Corre! – Le grité a Jacob, iba por detrás de mí, me llevaba solo dos metros pero podían atraparlo.
- Espérame Isabelle – me pidió, me frené para verlo. Sudaba a igual que yo, las gotas corrían por su rostro y su cuerpo, como me pasaba a mí.

Llevábamos corriendo cinco cuadras completas, la gente nos observaba, parecíamos dos personas que no sabían donde estaban y corrían como si el mundo se acabara en ese instante.

Jacob llegó a mi lado, se apoyó a descansar en mi hombro. Lo observé, en verdad parecía cansado. Levante la vista, para ver en donde diablos estábamos. Vi un almacén, demasiado llamativo para escondernos. Un boliche, muy iluminado. Un callejón, perfecto.

- ¡Ven! – tiré de su brazo y lo arrastré al callejón.

Cuando ya no se pudo ver la luz, me tomó de la cintura y me apoyó, bruscamente pero delicado, contra la pared. Dejó reposar sus manos en mi cintura, mientras me miraba a los ojos.

Alcé mis brazos hasta llegar a sus hombros y los enrosqué tras su cuello. Lo miré a los ojos como él a mí y le sonreí, dejando a la vista mis blancos dientes. Me imitó, curvo sus labios en una sonrisa que formaba arrugas entorno a sus ojos, arrugas de felicidad.

Corrió un mecho de pelo que molestaba en mi rostro y lo escondió tras mi oreja. Se acerco lentamente hacía mi, quedando solo a centímetros de mi rostro, donde yo podía sentir su frío y delicioso aliento salir de su boca y llegar a la mía. Pidió permiso para poder cumplir su misión.

Me acerqué lo suficiente para besarlo, atrapé sus labios dulces, con sabor a fresas, lo ultimo que él había probado en el día. Respondió a mi beso como a mi me gustaba desenfrenado y con pasión. Ya no nos podían encontrar, el callejón no tenía salida y estaba a oscuras.

Tomé su rostro entre mis manos mientras prolongaba el beso. Juegue con sus labios, mientras el mordía mi labio inferior. Acariciaba mi cintura junto a ella mi espalda.

Me separé de él solo para tomar aire, ya que no era experta en contener la respiración más de unos minutos.

- Tenemos que volver – dijo mientras me miraba con sus ojos verde. Subió una de sus manos a mi mejilla y la acarició lentamente.
- No quiero – dije y volví a besarlo con ansias.
- Isabelle… - intentó separarse de mí para que no quedar atrapado otra vez en entre mis besos.
- Jacob, por favor – supliqué pegándome más a su cuerpo.

Me presionó contra él al mismo tiempo y se acercó a mi oído.
- Luego, más tarde, te lo prometo, una noche tranquila para nosotros dos – dijo en mi oído. Sonreí al escuchar lo que me prometía.
- Creo en tu palabra – lo tomé de la mano y camine hasta donde terminaba la oscuridad del callejón. Asomé la cabeza para cerciorarme de que nadie nos observaba así poder escapar a la luz de la luna.
- ¿A dónde? – pregunte mientras él sujetaba con fuerza mi mano mientras caminaba a paso lento por las calles de la ciudad.
- A tu casa, no hay nadie, o ¿si?
- Vacía, mis padres salieron otra vez.
- ¿A dónde esta vez?
- Europa, España creo – respondí mientras pensaba si ese era realmente el destino de mis padres.

Vivía en Phoenix, en Estados Unidos, en una casa que tenía más habitaciones que un hotel. Mis padres, Claire y John, ambos empresarios, salían de viaje cada dos o tres semanas, nunca me llevaban y si lo hacían era porque mi abuela no podía pasar por las noches para quedarse conmigo. Esta era una ocasión especial, mi abuela no había podido venir, pero ellos si o si tenían que viajar, no les importo dejarme sola, nunca les importaba dejarme sola, ya prácticamente vivía sola.

- ¿Estará tu abuela?
- No, ella también esta de viaje, mi tía Emma enfermó y tiene que cuidarla.
- Perfecto – me freno contra la pared de una casa mientras se acercaba a mí para besarme – toda la casa para nosotros solos.
- Jake, estamos en la calle todavía – dije al sentir su mano bajar por mi espalda hasta donde esta pierde el nombre.
- No me resisto – dijo sin apartar la mano, la dejo reposar ahí durante unos minutos mientras me besaba.

Lo separe de mí en cuanto vi que una pareja de ansíanos cruzaba la calle en nuestra dirección. El rió y solo me sujeto de la mano para seguir caminando en dirección a mi mansión.

- Solo faltan cuatro cuadras – susurré en su oído después de haber caminado durante media hora.

Al doblar una esquina vimos un patrullero, del miedo que sentimos comenzamos a correr como si un perro rabioso nos persiguiera y terminamos por desaparecer en la oscuridad otra vez.

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el miércoles, 11 de febrero de 2015
{AMOR&AMISTAD} Capítulo cuarenta - Mi propio cuento de hadas.

- Charlie – Jerry me llamó y observó mi expresión, entendí su mirada, él quería una explicación de lo que estaba pasando. Pero lo que sucedía no lo podía explicar con palabras.
- No sé Jerry, solo paso, no lo puedo explicar.

No comprendía como había sucedido, que ahora él estaba tomado de mi mano frente a Nicholas, el chico que hace un día había sido mi novio.

Y ese chico ahora estaba abrazado a mi mejor amiga y nadie se peleaba ni se gritaba. Parecía que la estabilidad de las relaciones que se veían estaban formadas de hace años pero no era así. Eran unas relaciones de minutos, horas y apenas un día.

Yo nunca había imaginado que algo así podía pasar. No lo entendía y nunca lo comprendería. Era imposible de entender. Como en menos de dos semanas una se podía enamorar de alguien y al mismo tiempo de su mejor amigo. Era fuera de lo común.

Nunca me había enamorado y cuando pasaba, pasaba al máximo, no sentía amor por una sola persona si no por dos. Era ilógico. Pero era algo que había pasado y ahora si creía en ello. Y sabía que solo era confusión que no se puede amar de la misma manera a dos personas. Nunca se ama con la misma intensidad. Uno piensa que es así pero no, uno sabe muy bien a quien ama y a quien solo quiere por sentir aprecio por la persona y estar confundido. Una misma se da cuenta de cómo las cosas tienen que ser, sabe lo que tiene que hacer, pero no lo hace por temor a equivocarse. Eso era lo que había hecho yo, en un momento de debilidad había buscado apoyo en otra persona. Creyendo que estaba enamorada de ese chico. Pensando que Nicholas sería el amor de mi vida, pero no era así. Lo que había pasado era que al sentir que perdía a Jerry busqué en alguien más lo que él no podía ofrecerme. Pero ahora se bien que él si me corresponde.

Se que lo que sentía por Nicholas no cambiara, pero tampoco será tan fuerte como lo que me pasa con Jerry, lo que siempre me paso con Jerry, algo que nunca supe ver y que ahora salía a la superficie y no solo yo lo podía notar si no que ellos lo veían. Como había dicho Nicholas en la tarde, el se había dado cuenta de cuanto amaba a Jerry con tan solo mirar mis ojos.

Y ahora yo me daba cuenta que los ojos marrones de mi mejor amiga, tenía ese brillo, el brillo que demuestra cuanto se quiere a alguien, ese brillo que dice que uno esta enamorado, Kristen estaba enamorada de Nicholas y eso era fácil de darse cuenta, era mi mejor amiga y estábamos conectadas, hasta el punto de saber como se siente la otra. Ahora yo sabía perfectamente que no era yo la que quería a Nicholas si no ella.

No me molestaba verlos tomados de las manos, sentados el uno junto al otro en el sillón de mi living, demostrándose cariño. Si la situación hubiese sido otra si me molestaría, pero ahora no.

Estaba feliz de que ella se encontrara a gusto con él y a la vez me sentía mal al recordar que en un par de días la volvería a perder, como había pasado hace un año atrás.

También sentía que nada podía estar mejor, tenía los brazos de Jerry rodeándome por la cintura y su mejilla pegada a la mía, mientras me decía cuanto me quería, después de haber pasado toda la infancia y la adolescencia juntos sentía que lo conocía por demás, sentía que estaba hecho para mi, que era la parte de mí que siempre había estado buscando, era lo que yo había deseado, mi príncipe azul, el que alguna vez había imaginado, no había llegado con su corcel blanco, pero había aparecido, como si el sapo que siempre había sido mi mejor amigo, había despertado de su encanto para quedarse a mi lado y nunca irse. Sabía que mi vida había cambiado para siempre y para mejor. Que nunca podría pedir nada más porque ya tenía todo lo que podría necesitar. Todo lo que uno quiere es poco en comparación con lo que tiene, uno no puede pedir el cielo cuando ya lo tiene, no puede pedir que se bajen las estrellas cuando la noche ya es de uno. Así como una no puede pedir que un príncipe la rescate con su caballo blanco, cuando el príncipe siempre había estado a su lado.

Este parecía mi propio cuento de hadas, el que en algún momento había pasado a ser una historia de terror, había cambiado mágicamente para convertirse, en mi propia novela.

Mi novela real, estaba con mi novio sentada en mi casa, abrazada a él disfrutando del amor que nos rodeaba, enfrente de Kristen y Nicholas, mi mejor amiga y el chico que había pasado de ser un desconocido a mi novio y de eso a un amigo más, un amigo que nunca olvidaría. Y ambas parejas estábamos contentas de saber que ahora no tendríamos que elegir entre el amor o la amistad. Nunca más tendríamos la duda que nos perjudicaría en el fututo, esa elección ya la habíamos hecho y sabíamos que habíamos elegido lo correcto.



Epílogo.

- ¡Charlie! ¡Me mudare de vuelta allá! – gritó Kristen en el teléfono desde su casa, desde su país.
- ¿De verdad? ¡Ay! ¡Kristen que alegría! – dije dando saltitos en mi habitación.

Mi novio y mi nuevo mejor amigo, Jerry y Nicholas me miraban sin entender, el porque de mi alegría repentina, se reían de mi, pero eso no importaba, ahora ella estaría conmigo para siempre.

- ¡Kristen vendrá a vivir acá! – les grité sin separar el aparato de mi oreja - ¿Pero cómo paso?
- A mi padre lo trasfirieron allí, nos mudamos en menos de un mes.
- ¡Siii!

Grité feliz, estaba demasiado contenta como para expresarlo en palabras. Había pasado dos meses desde que Kristen había regresado a su casa, con su familia, había pasado dos meses desde que yo estaba con Jerry, dos meses desde que ella se había marchado dejando a su novio acá con nosotros. Y ahora pasaría menos de un mes para que ella regresara y se quedara para siempre, junto a nosotros. Solo era cuestión de tiempo, para que las cosas vuelvan a ser como antes, cuando ella y yo estábamos juntas, cuando nadie nos separaba, pero con la única diferencia que ahora el amor, también nos acompañaba.

Tengo que admitir que luego de haber leído el final después de unos años me pareció que carecía de contenido y originalidad, puede que para ese entonces mi escritura era y puede que siga siendo de una principiante, eso soy. Pero no me arrepiento de haber escrito esta novela como las demás, todo sirve, sea malo o bueno, un poco de practica siempre viene bien. Espero que a pesar de esto les haya gustado aunque sea un poquito ;) Mañana comenzaré a publicar otra de mis novelas que ya tengo terminada!

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el martes, 10 de febrero de 2015
{AMOR&AMISTAD} Capítulo treinta y nueve - Egoísmo.

- Charlie, solo m quedare hasta el miércoles, solo son dos días más.
- Si, eso es lo que lamento. Siento que te voy a perder, no quiero que pase como hace un año, no voy a poder pasar tanto tiempo sin verte y Jerry va a opinar lo mismo que yo, no te puedes marchar, tienes que quedarte – supliqué, era la verdad, no aguantaría otro año sin verla, un año más sin mi mejor amiga, no podría estar sin ella. A quien le contaría mis secretos, a quien le pediría consejos, con quien me reiría… Con quien chusmearía cosas sobre chicos, eran muchas las cosas que solo con ella podía hablar. No había otra.

Esta bien si lo tenía a Jerry, pero no era lo mismo, él es mi novio, pero no es lo mismo contar con tu mejor amiga. Ella esta siempre, es como una hermana, que comparte todo lo que te pasa que te entiende y él es mi novio.

Tendría que hacer algo para que ella se mudara conmigo, eso era egoísmo puro, querer tenerla conmigo, sin importar su familia y sus nuevos amigos. Todavía no había nombrado a ninguno, pero de seguro que los tenía.
Ya pensaría en algo. Ahora tenía que disfrutar del último tiempo que pasaría con ella.

- Sabes lo mucho que te quiero ¿No? – pregunte y me tiré en sus brazos para abrazarla como nunca.
- Claro que lo sé, yo también te quiero, nunca va a pasar nada entre nosotras ¿Lo sabes verdad? Ni la distancia puede separarnos y eso lo sabes ¿no? Lo hemos comprobado, ha pasado un año y mírame, con un simple llamado ya me tienes acá – dijo sonriendo.
- Intentaré eso más seguido, podré tenerte cerca por mucho más tiempo…
- Ahora ya sabre cuando me estas mintiendo.
- No importa, se que vendrás igual.
- Tienes razón – su cara cambió y se puso sería – tenemos que hablar.
- Lo sé…
- De verdad que lo siento, no debía hacerlo, pero paso… Es que desde que lo vi me gusto mucho, pero no podía hacer nada, tú estabas con él y me estabas confesando que te gustaba y yo que podía decirte, ándate con Jerry que me quedo con Nicholas, eso no es de beuna amiga…
- Me lo hubieras dicho, ya ves como termino todo, tu me decías lo que ocurría y mis sentimientos cambiaban… me iba a dar cuenta de lo que sentía con Jerry antes…
- Si, ahora me doy cuenta de eso, pero o me animaba… no quería que pensaras mal de mi – dijo apenada y le sonreí.
- Sabes que nunca voy a pensar mal de vos, eres mi mejor amiga, es lo último que haría, ni siquiera lo hice cuando te vi con él, mi pensamiento en ese momento fue saber el por qué no me había contado nada, me sentía traicionada, porque no me lo dijiste, solo eso.
- Haberlo sabido antes, ahora estaríamos con ellos sin estar acá hablando y perdiendo el tiempo que nos queda… pienso en que solo tengo para disfrutar de vos y de Nicholas dos días y me dan ganas de encerrarme acá para que no me lleven del país…
- ¿Quieres que lo haga? – pregunte amagando a levantarme para cerrar la puerta.
- Charlie... Aprovechemos y llamemos a los chicos. Le aviso a Nicholas y luego le dices a Jerry para que lleguen al mismo tiempo.
- Si.

No me convencía la idea de tenerlos a los dos juntos frente a frente, no sabría lo que pasaría, con Nicholas habíamos aclarado todo, pero con Jerry no había tenido oportunidad de hablar, no sabía que había pasado entre nosotros, no sabía como seguiríamos después de lo que había sucedido. Aunque lo había visto durante él día, el tema nunca había salido.

- Me dijo que en cinco minutos esta acá – me informó Kristen después de cortar el teléfono.
- Esta bien – busqué mi teléfono en mi mochila del colegio y llamé a Jerry.
- Hola Char, te estaba esperando. ¿Cómo estas?
- Bien, mejor de lo que creía, ¿vienes a casa en cinco?
- Claro en cinco estoy ahí – respondió.
- Perfecto así me arreglo un poco – mentí.

Pasaron cinco minutos y el timbre sonó. A veces pensaba que los chicos eran muy desesperados o ansiosos. Con Kristen nos asomamos por la ventana, los dos estaban ahí y se miraban incrédulos. No sabían lo que ocurría. Abrimos la puerta, y los observe. Kristen los miró a ellos y a mí a la vez. Y ellos no sabían que hacen, Jerry dudaba entre venía y abrazarme o esperar a que yo haga algo. Kristen tomo la iniciativa y se acerco a saludar a su nuevo novio con un beso, lo que no me molesto para nada. Entonces me sentí libre de ir con mi novio y abrazarlo feliz.

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{AMOR&AMISTAD} Capítulo treinta y ocho - Como antes.

Al salir del instituto ese día me encontré con Nicholas que me esperaba en la puerta del colegio, al salir lo esquive y caminé en la dirección contraría a la que pensaba hacer. Él me siguió pero no lo escuche, me llamo mínimo unas diez veces, no me frené en ningún momento. Seguí mi camino esperando que en algún momento decidiera dar media vuelta y volver por donde había venido.

- Charlie – volvió a llamarme caminando atrás mío. Se acerco tanto que estaba casi rozándome, me aleje más de él. Pero me tomó del codo y me obligo a detenerme.
- Suéltame – no me di la vuelta he intente seguir mi camino, pero no pude.
- Escúchame, tenemos que hablar.
- No quiero hacerlo – dije conteniendo las lágrimas.
- Tenemos que hacerlo, no podemos seguir así, sabías que lo nuestro no iba a durar mucho, y no me digas que no…

Suspiré, era verdad, yo sabía bien que nosotros no íbamos a seguir mucho tiempo juntos, ¿pero él sabía lo que pasaba?

- Sentémonos ahí – dijo y tiró de mi llevándome a un banco  - yo sabía bien que vos estas enamorada de Jerry, se notaba hasta en el aire.
- ¿Si? – pregunte asombrada, no pensaba que se notara, yo suponía que solo yo y Kristen los sabíamos, pero al parecer era más fuerte.
- Si, cada vez que lo mirabas se notaba y conmigo no eras del todo feliz, pensé que lo olvidarías, pero parece que no…
- No – afirmé, no lo olvide nunca, cómo iba a olvidar una amistad de años.
- Bueno y lo de Kristen no se como paso, solo paso
- No puede solo pasar – le contradije – ella te tiene que haber buscado o tu a ella...
- Es verdad solo paso, ella me gusta y mucho, yo no sabía lo tuyo Jerry, no sabía que estaban junto pero se notaba que querías estar con él, esperaba que en algún momento te fueras corriendo con él… y paso.
- Eso no paso...
- Si, el domingo a la noche, estabas con él y a la tarde igual, me lo contó Kristen hoy.
- Bueno es verdad, lo siento, pero no sabía como decírtelo…
- Bueno ya no importa, no hay rencor… habla con Kristen se siente muy mal.
- No quiero…
- Tienes que hacerlo, es tu mejor amiga y en dos días se va, no sabes cuando volverá y no la quieres perder, lo sabes.

No respondí, no quería admitirlo, pero era verdad ella era mi mejor amiga y yo no tenía que estar enojada porque ella gustaba del chico que había sido mi novio por unos días, ella tenía más derecho que yo sobre él, ninguna de las dos podía estar enojada, y ella no lo estaba. Yo era la de los problemas.

Yo causaba más problemas de los que pretendía arreglar, había engañado a mi novio con mi mejor amigo y me había enojado con mi mejor amiga por algo en lo que no tenía razón, ella era libre de enamorarse de quien quiera y yo no tenía derecho sobre Nicholas, en cambio ella si.

- Esta bien, hablare con ella – dije sonriendo de lado, pensaba arreglar todo, para que se pudiera ir en paz y que nuestra amistad siguiera como siempre.
- Genial, ella esta en tu casa, te puedo llevar – dijo él y me ofreció su mano.
- Iré, pero mejor no – dije mirando su mano, si no íbamos a seguir juntos tendríamos que omitir un par de cosas para que todo funcione.
- Lo siento – dije y se guardo la mano.

- ¡Kristen! – la llamé en cuanto entre en la casa y comencé a buscarla, en cuanto pase por el living vi unas maletas en el piso, comprendí lo que pasaba y corrí a buscarla.
- Me voy – me dijo encuesta entre en mi habitación y la encontré sentada en mi cama.
- No quiero que te vayas.
- No te comprendo, primero no quieres hablarme y ahora me dices que me quede, quieres jugar conmigo como lo has hecho con Nicholas, avísame si lo hará así me atengo a las consecuencias y me voy antes…
- No jugaré contigo ni con Nicholas, solo quiero que volvamos a estar como hace un día, quiero que te quedes, porque eres mi mejor amiga y eso no va a cambiar nunca.

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el lunes, 9 de febrero de 2015
{AMOR&AMISTAD} Capítulo treinta y siete - Es real.

- Vamos – Jerry tiro de mí para levantarme del piso del muelle donde yo no dejaba de llorar.

No podía levantarme, no tenía fuerzas para hacerlo, quería quedarme allí para siempre. Llorando por mí amiga. Recordando los momentos que había vivido con ella, fingiendo que nada había pasado, que no la había visto con Nicholas. Pero no era verdad. Todo lo que veía en mi mente si había pasado.

- ¡Charlie! – la escuche gritar mi nombre y cerré fuertemente los ojos tapándome las orejas con las manos. No quería ni verla, ni escucharla.
- Déjala Kristen – me defendió Jerry – vete.
- Charlie, escúchame por favor.
- Lalalalala – negaba con la cabeza pretendiendo que estaba sola
- Kristen ándate, por favor – Jerry me aprisiono más contra sus brazos y no me moví.
- Char... – comenzó a decir Nicholas y tapé más fuerte mis oídos.
- Vamos Charlie – dijo Jerry se levantó, me ayudo y me levanté con él.

Volvimos caminando al auto dejando atrás a Nicholas y a Kristen. No me volví para verlos. No quería pensar más en ellos.

No se como llegue a mi casa, donde mi madre me recibió con un montón de preguntas a las que yo no respondí y Jerry igual, ella nos dejó y yo fui directo a mi habitación. Me dejé caer sobre la cama y me largué a llorar otra vez, él se quedo a mi lado, me contuvo, no dijo nada solo me escucho llorar.

Que iba a decir, si acababa de ver a nuestra mejor amiga besando a mi novio. Era imposible de pensar que ella pudiera estar haciendo algo así, nunca me había mentido, nunca me había traicionado pero ahora si, ahora había cambiado mi mirada sobre ella.

Ya no la vería como mi mejor amiga, en la que siempre podría confiar, a la que pediría ayuda cuando la necesitase. Ya no. No se cuanto tiempo estuve llorando sobre Jerry, porque me dormir. Y las pesadillas me invadieron, pesadillas que me decían que yo tenía la culpa, por haber estado con los dichos a la vez, porque haberle mentido a Nicholas, pesadillas en las que Kristen se reía de mí una y otra vez y no me dejaba en paz.

Seguí llorando en el sueño, seguí lamentándome en el sueño. No sedé de pensar en lo que había pasado en toda la noche. Sonó mi alarma del celular y me levanté asustada y con las lágrimas todavía saliendo de mis ojos y Jerry a mi lado, dormido. Lo desperté suavemente llamándolo despacio mientras lo sacudía por el hombro.

- Jay… tienes que ir a tu casa a cambiarte, tenemos escuela – lo llamé limpiando mis mejillas. No podía dejar de vivir la vida por la culpa de alguien. No iba a dejar que por ellos mi vida terminase iba a seguir a delante pretendiendo que nada había pasado. Abrió los ojos al escucharme y me observo
- ¿Cómo estas? – pregunto acariciando mi mejilla.
- Como puedo – respondí levantándome y el salto de la cama.
- Lo siento se disculpo – por lo que me acerqué a él y lo abracé.
– No es tu culpa, tu nunca tuviste la culpa – enterré la cabeza en su pecho. Me abrazó fuertemente por un rato hasta que me separe – vete.
- Te esperare en tu puerta - me informó y se fue.

Me higienicé y cambié sin ánimos de nada. No tenía ganas de ir al colegio, no tenía ganas de estar levantada, no tenía ganas de seguir, pero nunca me deje caer.

Como pude logré salir de mi casa ya sin derramar lágrimas por ellos. No iban a merecer mis lágrimas. Jerry tomo mi mano y caminamos en silencio hasta el instituto. La mañana paso lenta, no preste atención en ninguna materia, solo entregué el trabajo de literatura y de historia, sin comprender nada de lo que ellos profesores habían dicho durante esas horas. Estaba absorta. Esta perdida en mi mente. Solo escuchando las voces que me decían que nada había pasado que yo estaba imaginando todo, pero yo sabía perfectamente que lo que había visto era real y yo no imaginaba.

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0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el domingo, 8 de febrero de 2015
Finales.



Debería tener muchas reseñas para publicar, con todos los libros que leí desde la ultima que se me ocurrió escribir (Crimen y castigo), pero sinceramente a veces me parece que no disfruto de los libros como debería. Empiezo cada lectura de manera lenta pero al final acabo corriendo sobre las páginas y luego ya enseguida sigo con otro libro. 

Ahí es donde se pierden mis reseñas, probablemente en las primeras hojas de los libros que leo después de terminar uno. Puedo alegar que eso es porque no me gusta el sentimiento de vacío que me dejan los finales, ¿Será que no me gusta? ¿Será que me dejan con ansias de más? 

Puede ser, estoy segura de que es eso, a pesar de que los finales sean perfectos, y completos, siempre me parece que deberían seguir, tal vez por eso también me cuesta empezar diferentes autores. Estoy segura de que debería dejar pasar un tiempo para retomar las historias, despejar la mente para estar en blanco cuando empiezo un libro nuevo, pero quién sabe... no creo que eso sea posible, me considero una adicta a la lectura. Siempre voy a todos lados con un libro.
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{AMOR&AMISTAD} Capítulo treinta y seis - Traición.

Cuando desperté, el sol ya se estaba ocultando por el horizonte. Me desperté y me levanté tratando de converserme a mi misma de hacer la tarea.

Me preparé una merienda para despertarme del todo cuando termine me senté enfrente a mi escritorio para seguir, estaba prendida con la información de literatura y una ventana de conversación “Hola linda ¿Estas?” pregunto Jerry.

- Si, estoy – le respondí y dejé de lado la  computadora para buscar los libros y escribir lo que me faltaba.
- ¿Quieres hacer algo a la noche? – pregunto y me sorprendí de que haya contestado tan rápido.
- Jerry, mañana tenemos instituto – tecleé y se lo envié.
- No importa, vamos a comer pizza.
- No Jerry.
- Dale, dale – empezó a mandar una lluvia de “dales” que molestaban.
- ¡Esta bien! – tecleé en mayúscula para que frenara.
- Te busco en una hora.
- Ok.

Cerré el msn y terminé apurada los trabajos y corrí a bañarme. Me puse un vestido cortito y blanco, unas sandalias y me dejé el pelo suelto. A la hora, en punto sonó el timbre.

- ¡Ma me voy! – grité para que me escuchara.
- ¡Mañana tenes escuela!
- Si, vuelvo temprano, voy con Jerry a comer.

- ¿Cómo seguiremos? – pregunto él sirviéndose una porción de pizza.
- No lo sé, no se que voy a hacer. Esta situación me supera.
- ¿Tu quieres a Nicholas, verdad?
- Si, mucho – admití sin mirarlo a los ojos.
- ¿Y me quieres a mi también?
- Demasiado.

Era la verdad, los quería a ambos y no podía mentirle ya, tenía que comenzar a decir la verdad aunque sea con alguno de los dos. La mentira no era una posibilidad para terminar con todo eso, al contrario lo arruinaría todo, como siempre que la usaba. No sabía mentir y la gente lo sabía.

- Sabes que te esperare siempre – dijo él sonriendo dulce, mirándome directamente a los ojos, provocando que me quedara perdida en su mirada sin ver más allá de él.
- Si lo sé – sonreí perdida en su mirada.

Terminamos la cena, temprano por su puesto, teníamos instituto al día siguiente. Cuando íbamos de camino a su auto el vio el reloj y dijo:

- Es demasiado temprano – exclamó mirándome – vamos al río, esta cerca
- Esta bien.

El río no estaba vacío, había más parejas, si es que a nosotros se nos podía llamar pareja. La verdad no sabía bien lo que éramos, pero parecíamos una. No había nadie por quien preocuparnos, nadie conocido nos veía, como para comentar algo y que Nicholas se enterara.

Íbamos de la mano junto al muelle, cuando vimos una pareja sentada con los pies en el agua, se estaban besando. Me dio algo de envidia al verlos ya que yo no podía estar disfrutando de Jerry o Nicholas de la misma manera que esa chica.

Seguimos nuestro camino y cuando pasamos por al lado de la pareja, me di cuenta de que si había gente conocida en el lugar. La pareja no era una simple pareja, si no que eran Kristen y Nicholas. Mi mejor amiga y mi novio.

Me quedé dura en donde estaba, las lágrimas comenzaron a juntarse en mis ojos, a punto de estallar de la rabia que sentía en ese momento, la decepción y la tristeza por ver a mi mejor amiga besando a mi novio.

Jerry a mi lado se dio cuenta de lo que yo observaba, y también se sorprendió por lo que estaba bien. Aunque el quería que Nicholas no estuviera conmigo, no le gustaba para nada lo que el estaba haciendo ahora conmigo.

Ellos separaron sus labios, al notar que los observábamos, no dijeron nada, pero si se separaron, parecían atónitos. Como si hubieran visto un fantasma. Negué con la cabeza y salí corriendo por donde habíamos llegado con Jerry, con las lágrimas corriendo por mis mejillas.

Jerry corrió a mi lado y cuando me alcanzo tiro de mi codo para detenerme y abrazarme. Me quise separar de él dando golpes en su pecho, estaba muy enojada.

- ¡Déjame! – gritaba mientras lo golpeaba, a él que no tenía nada que ver con lo que me pasaba ahora.
- ¡Charlie! – quería detenerme, me abrazaba con fuerza para que no me fuera y no lo golpeara. Me dejé caer sobre su pecho llorando como nunca lo había hecho. Me dejé caer y el cayo junto a mi y me acunó en sus brazos – no llores.

No podía parar las lágrimas, no podía olvidar lo que había visto, no podía soportarlo. Kristen mi mejor amiga de toda la vida, cómo había podido hacerme eso, no lo entendía. Yo había confiado siempre en ella y ahora me traicionaba de esa manera.

Esta bien yo había hecho mal con Nicholas y Jerry, pero yo lo iba a arreglar todo, dejaría todo limpio, todo en orden para que no haya mal entendidos, ninguna mentira más. Pero ella me había mentido, cuando nunca le había hecho nada a ella, siempre le había ido con la verdad. Y ella me había recibido con la mentira.

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