Cuando desperté, el sol ya se estaba ocultando por el horizonte. Me desperté y me levanté tratando de converserme a mi misma de hacer la tarea.
Me preparé una merienda para despertarme del todo cuando termine me senté enfrente a mi escritorio para seguir, estaba prendida con la información de literatura y una ventana de conversación “Hola linda ¿Estas?” pregunto Jerry.
- Si, estoy – le respondí y dejé de lado la computadora para buscar los libros y escribir lo que me faltaba.
- ¿Quieres hacer algo a la noche? – pregunto y me sorprendí de que haya contestado tan rápido.
- Jerry, mañana tenemos instituto – tecleé y se lo envié.
- No importa, vamos a comer pizza.
- No Jerry.
- Dale, dale – empezó a mandar una lluvia de “dales” que molestaban.
- ¡Esta bien! – tecleé en mayúscula para que frenara.
- Te busco en una hora.
- Ok.
Cerré el msn y terminé apurada los trabajos y corrí a bañarme. Me puse un vestido cortito y blanco, unas sandalias y me dejé el pelo suelto. A la hora, en punto sonó el timbre.
- ¡Ma me voy! – grité para que me escuchara.
- ¡Mañana tenes escuela!
- Si, vuelvo temprano, voy con Jerry a comer.
- ¿Cómo seguiremos? – pregunto él sirviéndose una porción de pizza.
- No lo sé, no se que voy a hacer. Esta situación me supera.
- ¿Tu quieres a Nicholas, verdad?
- Si, mucho – admití sin mirarlo a los ojos.
- ¿Y me quieres a mi también?
- Demasiado.
Era la verdad, los quería a ambos y no podía mentirle ya, tenía que comenzar a decir la verdad aunque sea con alguno de los dos. La mentira no era una posibilidad para terminar con todo eso, al contrario lo arruinaría todo, como siempre que la usaba. No sabía mentir y la gente lo sabía.
- Sabes que te esperare siempre – dijo él sonriendo dulce, mirándome directamente a los ojos, provocando que me quedara perdida en su mirada sin ver más allá de él.
- Si lo sé – sonreí perdida en su mirada.
Terminamos la cena, temprano por su puesto, teníamos instituto al día siguiente. Cuando íbamos de camino a su auto el vio el reloj y dijo:
- Es demasiado temprano – exclamó mirándome – vamos al río, esta cerca
- Esta bien.
El río no estaba vacío, había más parejas, si es que a nosotros se nos podía llamar pareja. La verdad no sabía bien lo que éramos, pero parecíamos una. No había nadie por quien preocuparnos, nadie conocido nos veía, como para comentar algo y que Nicholas se enterara.
Íbamos de la mano junto al muelle, cuando vimos una pareja sentada con los pies en el agua, se estaban besando. Me dio algo de envidia al verlos ya que yo no podía estar disfrutando de Jerry o Nicholas de la misma manera que esa chica.
Seguimos nuestro camino y cuando pasamos por al lado de la pareja, me di cuenta de que si había gente conocida en el lugar. La pareja no era una simple pareja, si no que eran Kristen y Nicholas. Mi mejor amiga y mi novio.
Me quedé dura en donde estaba, las lágrimas comenzaron a juntarse en mis ojos, a punto de estallar de la rabia que sentía en ese momento, la decepción y la tristeza por ver a mi mejor amiga besando a mi novio.
Jerry a mi lado se dio cuenta de lo que yo observaba, y también se sorprendió por lo que estaba bien. Aunque el quería que Nicholas no estuviera conmigo, no le gustaba para nada lo que el estaba haciendo ahora conmigo.
Ellos separaron sus labios, al notar que los observábamos, no dijeron nada, pero si se separaron, parecían atónitos. Como si hubieran visto un fantasma. Negué con la cabeza y salí corriendo por donde habíamos llegado con Jerry, con las lágrimas corriendo por mis mejillas.
Jerry corrió a mi lado y cuando me alcanzo tiro de mi codo para detenerme y abrazarme. Me quise separar de él dando golpes en su pecho, estaba muy enojada.
- ¡Déjame! – gritaba mientras lo golpeaba, a él que no tenía nada que ver con lo que me pasaba ahora.
- ¡Charlie! – quería detenerme, me abrazaba con fuerza para que no me fuera y no lo golpeara. Me dejé caer sobre su pecho llorando como nunca lo había hecho. Me dejé caer y el cayo junto a mi y me acunó en sus brazos – no llores.
No podía parar las lágrimas, no podía olvidar lo que había visto, no podía soportarlo. Kristen mi mejor amiga de toda la vida, cómo había podido hacerme eso, no lo entendía. Yo había confiado siempre en ella y ahora me traicionaba de esa manera.
Esta bien yo había hecho mal con Nicholas y Jerry, pero yo lo iba a arreglar todo, dejaría todo limpio, todo en orden para que no haya mal entendidos, ninguna mentira más. Pero ella me había mentido, cuando nunca le había hecho nada a ella, siempre le había ido con la verdad. Y ella me había recibido con la mentira.
Etiquetas: AmorAmistad, novela
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