0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el martes, 24 de diciembre de 2013
CIERRE CONSIGNA PUENTE {CONCURSO; ANIMATE A ESCRIBIR}

Extendí un día el cierre por si llegaban más cuentos, pero ya elegí uno, el de Regina es el ganador :D Espero que en la próxima consigna participen más! Me gusta leer sus cuentos! Les dejo el cuento que ella escribió:




Suicidio.

R. M. Alarcón.

-¿sabes?, le gustas a mi hermano- confesó David Flertich, mi mejor amigo.
-bueno no tiene mal gusto- dije mientras caminábamos por el puente del parque.
-oh vamos, ¿sabes de que hermano estoy hablando?- preguntó el.
-de Peter o ¿acaso tienes otro?- pregunté y negó con la cabeza- no te preocupes no estoy interesada.
-qué bueno- suspiro el- porque aunque me gustaría tenerte como cuñada preferiría que fuera porque salgo con tu hermana que porque tu sales con mi hermano.
-oh por favor- me burlé- tú tienes la misma oportunidad con mi hermana que tu hermano conmigo.
Cruzamos la calle y entramos a la tienda de dulces.
-oh vamos no seas exagerada- dijo el- tampoco tengo tan poca oportunidad con tu hermana.
-una vez le dije si David fuera el último hombre en el mundo ¿saldrías con él?- conté- ella respondió, mejor sola que mal acompañada.
Tomé una barra de chocolate y camine hasta el mostrador.
-vamos, ella no dijo eso- dijo David.
Me encogí de hombros y pagué el chocolate.
-de todos modos no saldré con tu hermano, no te mortifiques.
-¿Quién dice mortifiques?- preguntó el.
-yo digo eso- espeté mientras salíamos de la tienda.
Peter no era guapo pero tampoco horrible, era feo pero no en extremo. Tenía opaco cabello azabache, gafas rectangulares, con una nariz chueca, era alto, flacucho, un tanto nerd y antisocial y por ultimo tenia bastantes granos en la cara.

-¿Cómo que iras en una cita con mi hermano?- preguntó David mientras caminábamos por el corredor de la escuela.
Lo había estado evitando todo el día pero veo que no funciono.
-¿Quién te dijo?- pregunté.
-el llego bailando de alegría ayer por la noche- respondió el chico.
-bueno, es que sabes que no puedo decir no- explique, David abrió la boca pero antes de que pudiera decir algo dije:- no pienso dejarlo plantado, si me pide otra cita le diré que ya tengo novio y vive en Uruguay.
-¿Uruguay? ¿Dónde queda eso?- preguntó David.
-oh ¿y yo que se?- exclamé- ¿Europa? ¿Asía? A no me importa.
-bueno, le diré que cancelas su cita de esta noche porque regresas con tu ex de Urugas o ese lugar.
-¿Qué? No espera- exclamé pero él ya se iba.
Suspire. ¿Qué podría pasar? Claro está, aun no lo sabía.



Caminaba hacia la casa de los Flertich. Solo tenía que cruzar la calle y listo. De repente se abrió la puerta y salió Peter el hermano menor de David. El chico traía su chaqueta en el hombro y las llaves de su auto en la mano, se veía furioso. Lo mire y cuando se dio cuenta de mi presencia al otro lado de la calle, su rostro se enfureció mas. Entro al auto y arranco a toda velocidad. Cruce la calle justo cuando David salía de la casa.
-¿Qué le dijiste?- inquirí.
-solo que no estabas interesada, que acababas de regresar con tu novio de Oruguay- respondió el.
-Uruguay- corregí.
-lo que sea- dijo el- no puede pasar nada malo, ya se le pasara.
-como digas- suspiré.
-¿quieres pasar?- preguntó señalando la casa.
-no, tengo que volver a casa- mentí.
-oye todo está bien, no te sientas culpable.
-como sea, nos vemos en la escuela- dije y empecé a caminar a mi casa que quedaba a tan solo dos cuadras.
Desde niña conocía a David, muchas veces de pequeños habíamos rechazado su petición de jugar con nosotros, de más grandes rechazábamos su petición de ir a las fiestas con nosotros pero nunca me importó. No es como de que ahora Peter me gustara es tan solo que tenía una sensación.


Al día siguiente Peter no apareció en la escuela, David me contó que ni siquiera había regresado a casa. A la mitad de la clase de ciencias entro un policía.
-¿David Flertich?- preguntó el oficial.
-¿sí?- preguntó David.
-acompáñenos por favor- pidió el policía.
En el salón todos empezaron a susurra y yo mire a David que se levantaba de su asiento confuso.


Al terminar la escuela fui a casa de David. Toque la puerta y me abrió David con los ojos rojos.
-pasa- susurro.
Dentro en la sala la señora Flertich lloraba. Junto a ella el señor Flertich le acariciaba la espalda.
-vamos a la cocina- me susurro David y lo seguí.
-¿Qué pasa?- pregunté.

-Encontraron a Peter, ahogado en el rio- explico David con los ojos llorosos.
-¿Cómo? ¿Lo mataron?- pregunté con un nudo en la garganta y las lágrimas picándome los ojos.
-no, fue un suicidio- susurro él- se aventó de un puente.
Me quede en estado de shock, si no hubiera aceptado su cita esto no pasaría ¿o sí?
-No es nuestra culpa- me susurro él.
No sabía que decir, David me abrazo y lloramos por horas en la cocina.

El funeral fue triste, no podría decir fantástico, elegante o bien organizado porque no siento que se pudiese describir así.

Ese suceso nos unió a David y a mí un poco más. Algunas veces yo iba a su casa otras el a la mía, también me consolaba y yo a él.
Con el paso de tiempo ya no era nuestro tema de conversación ni llorábamos pero jamás olvidare ese suceso.

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