0 Comentarios - entrada de Viqqi.- Publicada el viernes, 6 de diciembre de 2013
{AMOR&AMISTAD} Capítulo siete – No eres un extraño y no tendrás mi amistad.



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Como el día anterior había decidido realizar mi trabajo de historia solo para hacer algo y sacarme de la cabeza todo lo ocurrido. Hoy, domingo, no tenía nada que hacer por lo que quise quedarme en el hospital a hacerle compañía a Nicholas, si, todavía la culpa me invadía y siempre que lo hacía se quedaba por largo tiempo.

- Gracias por quedarte – agradeció Nicholas mientras acariciaba mi mano con su pulgar. Como había llegado hasta eso era un misterio y nunca lo revelaría, solo habían pasado dos días desde que lo conocía pero parecía toda una vida. Por suerte Jack ya se había marchado porque si no, no estaría así en su presencia.
- No hay problema, no tenía nada que hacer hoy – dije y pregunte algo que en verdad necesitaba saber si es que pretendía terminar con la culpa - ¿Exactamente que fue lo que paso ayer?
- Bueno, no recuerdo muchos. Sabes, estuve toda la noche en coma o inconciente, lo que sea. Creo que tomé de más – dijo apenado, my avergonzado – No estoy acostumbrado a beber mucho y menos beber y luego manejar. Por suerte no paso nada con el camión. Gracias por llamar a Jack, él es el único amigo y familiar que me queda.
- ¿Cuál fue el motivo por el que tuviste la necesidad de beber tanto? Si se puede saber claro – pregunte nuevamente interesada en saber más sobre él.
- Supongo que por un poco de todo – respondió, un poco de todo, eso no me dice nada – creo que por ti, por mis padres, por Elizabeth…

Muy bien justo lo que necesitaba escuchar “por ti”. Pero un segundo, yo, sus padres y Elizabeth. Elizabeth ¿Quién era Elizabeth?

- ¿Qué ocurre? ¿Dije algo malo? – me miró, sujetando con fuerza mi mano.
- ¿Quién es Elizabeth? – pregunté, no se con que cara, al parecer una graciosa porque lo único que hizo fue reír.
- Estas celosa ¿Verdad?
- ¿Celosa? ¿Y por qué voy a estarlo?
- Te nombre a Elizabeth y reaccionas así. Ella es, bueno era mi hermanita – Explicó y me sentí como una tonta, no quise preguntar más – Bueno, Destinity si era mi novia, creo que eso te interesa más.
- ¿Interesarme? No para nada – dije indiferente.
- Ah, pensé que por un segundo te interesabas por mí.
- Crees que si no me interesaría por ti ¿Estaría acá?
- Bueno, si pero pensé que no salías, hablabas o te interesabas por extraño, en este caso yo.
- Bueno es que Jack me contó casi toda tu visa.
- Oh, no, toda mi vida – lo noté apenado, avergonzado y triste a la vez.
- Ey, no te pongas así – dije sujetando ahora yo su mano, la verdad es que eso degustaba cada vez más. Sabía que un chico podía cambiar mucho en una noche y eso lo había comprobado, pero una chica ¿Era eso posible? Parecía que sí. – Sabes, ya no eres un extraño para mí.
- ¿Entonces aceptaras mi propuesta de ir a cenar?
- Claro pero cuando salgas del hospital – le sonreí – bueno creo que debo irme a casa ya – consulte mi reloj pulsera, las siete de la tarde y al otro día tenía instituto – es muy tarde.
- ¿Nos vemos mañana?
- No lo sé, puede ser.

- Lo siento madre, se me paso el tiempo – parecía que un solo mensaje en todo el día era muy poca información para que una madre no se preocupara.
- ¿Cómo esta tu amigo?
- Bien mañana le dan el alta.
- Genial, mándale saludos. Ah, por cierto, me olvidaba, Jerry te llamo, creo que mínimo unas diez veces. ¿Piensas hacer las paces?
- Algún día.

Dormí tranquila y sin pesadillas durante toda la noche, un alivio. Me duche antes de ir al colegio, me vestí con mi pollera de jean larga por las rodillas, junto con las calzas y unas chatitas negras. Me puse una remera a juego con las chatitas y una camisa a cuadros roja. Peine el nido que tenía en la cabeza, alisando lo más posible mi cabello ondulado. No desayune porque por la noche había comido casi una pizza entera y no tenía hambre a esa hora de la mañana.

- Hola – me saludo Jerry cuando me senté junto a él en la clase de Literatura.

No le contesté, todavía estaba muy dolida porque no me había creído. Siempre habías confiado el uno con el otro y ahora porque un tercero se mete entre nosotros, el ya no me cree.

Me paso una nota a mitad de la clase: “Háblame, por favor.” Arrugue la nota y no le dije nada, seguí prestando atención a lo que decía el profesor.

Sonó el timbre, cerré mis libros y los guardé en mi mochila. Cuando me quise ir del aula Jerry me sujeto del brazo. Me volteé y lo mire ceñuda.

- Suéltame – dije con tono amenazante.
- Primero vas a hablarme.
- Mira lo estoy haciendo, ahora déjame ir – tiré de mi brazo pero no pude soltarme.
- Dale, Charlie, nos vas a dejar que una estupidez arruine nuestra amistad.

Ya todos habían salido del aula, dejándonos a nosotros dos solos, no sabía que responder, no quería perderlo, lo había extrañado mucho en estos dos días pero no podía arreglar todo así como si nada, cuando él no me había creído. Estaba a punto de darle una respuesta cuando entro Mary con su típica actitud de yo soy la mejor.

- Jerry – lo llamó de manera dulce – amor, te estuve buscando - lo abrazó por la cintura - ¿Qué haces con esta?
- Esta tiene nombre – dije fríamente, mirándola – soy Charlie.
- Amor te dije que Charlie es mi mejor amiga, te hable de ella – le explico Jerry mientras ella me miraba con desprecio.
- Ah, claro, la chica que no quiso responderte en estos días, si es tu amiga ¿Por qué no te respondía?
- Eso no importa ya, esta bien Jay – lo llamé como lo hacía antes, cuando nos llevábamos bien - quédate con ella, yo ya no soy tu amiga, si no confías en mi, no de puede hacer nada.
- Déjala amor, no merece tu amistad – agregó Mary cuando yo ya salía del aula.

Esto había colmado mi paciencia ¿Qué yo no merecía su amistad? Esta claro que no. Ahora no la merecía, para que necesitaba tener un amigo que no valoraba mi palabra.

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