Apareces como un sueño para mí cada noche al despertar, eres lo primero que aparece en mi mente. Eres él sueño que vive en mí.
Esta noche cuando desperté otra vez imagine que estabas a mi lado, pero cuando te busqué no te encontré. Sabía que no regresarías.
Mi mirada se posó en la ventana donde la lluvia no me dejaba ver a la hermosa luna que se presentaba esa noche. Me levanté del ataúd y caminé con paso lento a la ventana, apoyé mi mano en ella sintiendo el frío que me proporcionaba. No era una noche como para salir de caza, pero necesitaba alimentarme, era lo único que me calmaba todas las noches después de despertar siempre de la misma manera, sentía que algún día de estos dejaría de dormir para no verte en sueños, ni al despertar. Me sentía una estúpida al no poder encontrarte, sabía que debía no buscarte aunque en realidad siempre hacía lo contrario. Eres mi debilidad.
Salí de la habitación, sin avisar a nadie a donde iría, era uno de los privilegios de ser una princesa. Cacé y caminé durante toda la noche, sin importarme nada, el mundo en esos momentos era ínfimo para mí. Al llegar la mañana me encontré en un muelle, paseando perdida, pensando en ti, siempre pensaba en ti. Me senté en la orilla dejando caer mis pies sobre el agua, mirando el cielo donde se abría pasado el sol ya sin lluvia. Como vampira podía escuchar más de lo común, lo que me permitió oír esos pasos, tus pasos. Sentir tu aroma y tu respiración. Me di la vuelta al instante buscándote con la mirada. Hacía ya ciento cincuenta años que no tenía noticias tuyas, el tiempo se me hacía eterno estando sin tu presencia, pero el tiempo ahora me parecía que nunca había pasado para mí.
Tu mirada me mostró que todo lo que nos había separado ya no existía y que las cosas volverían a ser como antes. Que todo sueño que viví siempre fue real, siempre te quedaste a mi lado, porque en el fondo sabías que estabas enamorado.

#Un libro abiertoo. . .     Viqqi@

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